Economía

BBK finaliza la dotación del fondo de reserva dos años antes del límite

El cumplimiento de esta exigencia regulatoria supone que BBK sigue manteniendo el control de Kutxabank, garantizando el arraigo de la entidad
BBK finaliza la dotación del fondo de reserva dos años antes del límite
Banner de Laboral Kutxa en Bilbao

La fundación bancaria BBK ha constituido el volumen objetivo mínimo de Fondo de Reserva exigido por Ley 26/2013, de 27 de diciembre, de cajas de ahorros y
fundaciones bancarias, para poder mantener su posición de control en Kutxabank (con un 57 % del accionariado de la entidad financiera).

El cumplimiento de esta condición regulatoria, dos años antes de la finalización del plazo oficial (pudiendo haber optado a un tercer año de prórroga), supone que BBK sigue manteniendo el control de Kutxabank, garantizando así el arraigo del banco y haciendo posible que la entidad vasca, la principal empresa de servicios de Euskadi y que da empleo a más de 6.000 familias, permanezca aquí.

Mantener el control, una decisión acertada

Las previsiones que se manejaban en 2014 sobre la evolución del entorno macroeconómico y, en concreto, de las variables clave del negocio bancario (ej, evolución
del crédito, de los tipos de interés, etc.) no eran para nada favorables. Cualquier operación de desinversión en estas condiciones hubiera supuesto una pérdida
patrimonial significativa para BBK y una menor capacidad para realizar su Obra Social, y habría puesto en riesgo el mantenimiento local de Kutxabank, la principal empresa de servicios vasca, que con la entrada de otros inversores podría haber sufrido una deslocalización.

BBK hoy

BBK es un agente económico-financiero-social que contribuye a la promoción de la economía, el crecimiento económico y el empleo de Bizkaia a través de sus inversiones, siendo la principal Kutxabank, de quien es accionista de control (con un 57% de sus acciones), entre otras. Con el dividendo que obtiene de sus inversiones, apuntala y garantiza el desarrollo de su Obra Social, la mayor Obra Social del Estado por habitante y la segunda por tamaño. Una Obra Social, su razón de ser, generadora de valor social y económico sostenible cuyos beneficiarios son todos los bizkaitarras y que se basa en la maximización del impacto social BBK ya no es una Caja de Ahorros. BBK es una Fundación Bancaria. Sus valores y compromiso con la sociedad vizcaína siguen intactos, son los mismos desde hace más de 100 años, pero el contexto y el entorno han cambiado.

Competitividad sostenible y triple reto

La actividad de BBK, tanto interna como externamente, se rige bajo los criterios de competitividad sostenible, situando a las personas y a la vida en el centro y apostando por la innovación, la calidad, la igualdad de oportunidades y la excelencia como vías para ser y hacer diferente. BBK apuesta por un modelo de competitividad sostenible que aspira a generar la mayor aportación de valor a todos sus grupos de interés y a la sociedad en la que opera. Un modelo basado en valores, ética y humanismo, que incorpora los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en todas sus políticas corporativas y en los procesos de toma de decisiones, huyendo del modelo de competitividad basada en precio y apostando por la innovación, la calidad y la excelencia como vías de diferenciación.

BBK, el origen

La génesis de BBK se remonta a principios del siglo pasado con el nacimiento de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad Municipal de Bilbao, en el año 1907. Años más tarde, en 1921, nacía la Caja de Ahorros Vizcaína. Estas dos entidades coexistieron con caminos paralelos hasta que en 1990 se fusionaron dando origen a la caja de ahorros Bilbao Bizkaia Kutxa. Estas entidades surgieron a finales del siglo XIX para fomentar el ahorro y prestar servicios financieros básicos a las clases populares, hasta entonces excluidas del sistema bancario.

Las cajas tenían un marcado carácter local o regional y a diferencia de los bancos, constituidos como sociedades de capital, carecían de lucro mercantil y, como tal, sus excedentes se destinaban a realizar las obras sociales previstas en sus fines específicos, constituir reservas para mayor garantía de los fondos administrados y financiar su propio desarrollo.

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