En un país serio el F.C Barcelona acabaría en Segunda División como le cantaba ayer la grada de San Mamés. No se trata de humillar a un rival que llega en descenso, sino de constatar un hartazgo en el mundo del fútbol con las prácticas llevadas a cabo por 4 presidente de la escuadra blaugrana durante más de 20 años. Joan Gaspar y Joan Laporta se libran porque ha prescrito, pero la forma de actuar del Club de los ‘valors’ queda patente.
Xavi Hernández aseguró en sala de prensa que el «ambiente de hoy me sorprende y me entristece, juzgar antes de tiempo no es bueno para la sociedad». Que llamara al Athletic ‘el Bilbao’ cuando nunca lo había hecho y había lamentado no ser vasco para jugar en el club rojiblanco tampoco ayudó. Ya se puede ir acostumbrando porque lo que sucedió en las gradas de La Catedral le va a suceder de aquí en adelante hasta que se aclare todo el asunto.
Consecuencias judiciales
Presunción de inocencia para todo el mundo, por supuesto, pero todos sabemos que si pagas 7 millones de euros al segundo a bordo del Comité Técnico de Árbitros no es para hacer un mero informe. Que no nos tomen por tontos. Otra cosa es que se pueda demostrar, pero la mancha y el halo de sospecha no se lo va a quitar nadie al Barça.
No tengo demasiada fe en que se tomen medidas en este caso así que ojalá la UEFA o FIFA entren en el asunto, donde no prescriben tan rápido todas estas barbaridades, y nos reconcilien con la justicia. Estas prácticas instauradas en el Barça durante el mandato de 4 presidentes tienen que tener consecuencias. Está en juego la limpieza del fútbol. La Juventus bajó a Segunda y no se acabó el mundo. Que tomen ejemplo.
Decisiones arbitrales
El Athletic no mereció perder contra el Barça, pero perdió y se queda a 5 de Europa. Dos disparos a la madera de Raúl García y Berenguer podían haber cambiado el rumbo del partido. Una lástima. En la jugada polémica, Gil Manzano consideró que no era una mano accidental sino voluntaria. Al final todo depende de la interpretación del juez, como siempre, con y sin VAR.
Con la imagen en la mano, no puedes decir que no se puede anular el ‘Bacalao’. Existe mano de Muniain, pero hay que valorar el juego peligroso del rival que le obliga a saltar protegiéndose. Me queda la duda de que hubiera pasado si la jugada hubiera sido al revés. ¿Se hubiera revisado la jugada desde tan atrás? Lo dudo. Nunca sabemos por qué a veces entra el VAR y a veces no. Generalmente el color de la camiseta influye en esa toma de decisiones.
La decisión polémica
Tras anular el tanto, Gil Manzano debió tener el decoro de revisar toda la jugada bien y haber señalado el juego peligroso de De Jong sobre el de la Txantrea. No hubiera habido empate, pero habría justificado la revisión de la jugada con balón al suelo para el Athletic. Con esa decisión queda la sensación de que se analizó la jugada hasta que encontraron la oportunidad de anular el empate y luego ya se olvidaron de mirar más. Ni en eso estuvieron listos.
Con Negreira y sin Negreira queda la sensación de que en caso de duda, la decisión siempre cae del mismo lado, ante Barça y Real Madrid, con la diferencia de que al Barça le han pillado con el carrito del helado. Manzano se hizo el sueco con las protestas y aspavientos de Gavi durante todo el choque y a Iñaki Williams por desplazar levemente un balón, tras un error del colegiado, a 35 metros de su posición, le sacó amarilla. Lo fácil.
Con la sensibilidad a flor de piel no me gustaría ser el árbitro encargado de pitar al Barça, pero tampoco se lo deberían poner tan fácil. Siempre han protegido a los grandes y ahora son presa de su comportamiento. No quiero ni imaginar que durante las investigaciones de la Fiscalía se desvele algún pago a algún trencilla porque este invento se puede venir abajo. Esperaremos a ver que sucede.
