En apenas cuatro días se puede decantar el futuro de la temporada del Athletic Club. Para bien o para mal. La vuelta de la semifinal contra Osasuna puede llevarte, una vez más, a La Cartuja el 6 de mayo. Para ello habrá que remontar el gol de Abde en El Sadar. No va a ser sencillo, pero tampoco parece una misión imposible con el factor San Mamés a favor.
Inconscientemente el foco se pone sobre el duelo copero de La Catedral. Los aficionados saben que es la oportunidad de luchar nuevamente por un título. Los jugadores también lo saben, aunque en su caso, están obligados a centrarse en el choque liguero ante el Getafe. Motivarse contra los de Arrasate es fácil, lo difícil es concienciarse de la importancia de los tres puntos ante el conjunto de Quique Sánchez Flores. Esa es labor de Ernesto Valverde.
Media temporada en juego
Un tropiezo ante el Getafe dejaría en el aire tus opciones europeas. Los cinco puntos de diferencia que hay ahora son el límite para que los aficionados sigan creyendo en alcanzar competición continental a través de la sexta plaza. Para la séptima ya habrá tiempo de hacer cálculos en función de lo que pase en la Copa. Aun restarían 11 jornadas por delante, pero la distancia empezaría a ser ya preocupante en caso de no sacar los tres puntos. El Villarreal, a pesar de algunas bajas, parece estar subido en una buena ola y no se le pueden dar facilidades.
El martes que viene, a eso de la medianoche, el seguidor rojiblanco puede estar cediendo al atraco hotelero que llega desde Sevilla, al igual que sucede en Bilbao con el Tour, dejando volar su imaginación con la vigésimo quinta Copa. Es inevitable. La final del KO alimenta la ilusión de una hinchada, pero el camino a Europa más directo debe ser vía liga.
