Un pescador furtivo ha sido descubierto cuando faenaba a ocho millas del Cabo Matxitxako, en Bizkaia, con 500 anzuelos en 58 tablillas de corcho. El patrón de una nave de receo, que había sido sorprendido días antes en el puerto de Bermeo pescando con caña, que también está prohibido, ha sido denunciado por infringir la ley de pesca.
Según ha informado la Guardia civil en un comunicado, efectivos del Servicio Marítimo Provincial de Bizkaia, que realizan funciones de control e inspección pesquera en el entorno del cabo Matxitxako, descubrieron el pasado 21 de marzo, a un furtivo faenando con artes de pesca prohibidas para particulares en su embarcación de recreo.
Los agentes detectaron en el radar del patrullero «Río Guadalete» un barco no muy alejado de un grupo de buques profesionales que se encontraban faenando. Por ello, se dirigieron al lugar, alejado de la costa y descubrieron una embarcación de recreo con un tripulante a bordo. Al proceder a inspeccionar la documentación de la nave, observaron un gran número de tablillas de corcho (flotadores) dotados de líneas de pesca con anzuelos.
Daño al ecosistema
Para la práctica de esta actividad se requiere una licencia de pesca industrial y ni el patrón ni la embarcación disponían de ella para ejercerla. La rápida actuación de los agentes del Servicio Marítimo Provincial que retiraron los aparejos sin captura alguna, evitó un daño al ecosistema marino de la zona y perjuicio al resto de buques profesionales que cumplían con la normativa. El furtivo fue denunciado por infringir la ley normativa de pesca.
Esta no ha sido la única infracción en materia de pesca realizada por este furtivo. Dos días antes, agentes de la Patrulla Fiscal y de Fronteras de Gernika, sorprendieron en el puerto de Bermeo a esta
persona pescando con caña dentro del recinto portuario, estando totalmente prohibido, por lo que fue denunciado por infringir la ley de pesca marítima.