El secretario general de UGT de Euskadi, Raúl Arza, ha afirmado que la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social «no rompe la caja única». «Nadie va a cambiar los requisitos de acceso a las prestaciones por jubilación, nadie va a cambiar aquí en Euskadi las cuantías ni la forma de acceder a ellas», ha asegurado.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Arza ha considerado que, sobre esta cuestión, «se está haciendo interesadamente un hincapié» en que el traspaso «va a romper la caja de la Seguridad Social».
Para UGT Euskadi, es «importante que se pueda gestionar el régimen económico» en Euskadi, y les gustaría que se integrara en esa transferencia las políticas pasivas de empleo. «Nosotros lo llevamos reivindicando durante muchos años, sin cambiar cuantías y requisitos, pero entendemos que no tiene mucho sentido que eso hoy esté en manos de dos organismos: Lanbide, por un lado, con las políticas activas, y el Servicio Público de Empleo estatal con las políticas pasivas», ha añadido.
El dirigente sindical cree que el cambio en el Ministerio de Seguridad Social, que ha pasado a manos de Elma Saiz, puede favorecer esta transferencia porque su antecesor, José Luis Escrivá, «había puesto pegas».
A su juicio, la sentencia al respecto del Tribunal Constitucional ya establece «cuál es el recorrido» para realizar ese traspaso, y el Estatuto de Gernika explica que se debe hacer por convenio.
LEY DE EDUCACIÓN
Raúl Arza también se ha referido a la Ley de Educación que se pretende aprobar en el Parlamento vasco, para apuntar que, para UGT, el problema no radica tanto en que mantenga los modelos lingüísticos, porque por la vía de los hechos ha lugares en los que no hay modelo A (íntegramente en castellano), y donde el B (mixto) es reforzado, de manera que «la batalla» no está ahí, sino en los recursos que se van a destinar a la enseñanza pública o la segregación escolar.
A su juicio, una de las cuestiones es «cómo casar el sistema bilingüe con esas personas que vienen de otros países». «Es uno de los retos que tenemos y no tanto el de los modelos lingüísticos. Más me preocupan otros problemas que tienen que ver con el euskera, como la aplicación de perfiles en las administraciones públicas», ha subrayado.
En todo caso, ha dicho que le gustaría que la Ley vasca de Educación la aprueben todos los grupos parlamentarios porque, para que «sea efectiva y duradera, debería tener el mayor consenso posible». En su opinión, esto «va a ser difícil» porque se han centrado las posibilidades del acuerdo en los modelos lingüístico y «eso no ayuda a la búsqueda de un consenso».