El Athletic llega al tercer parón de selecciones en un gran momento. Los leones son quintos en la tabla con 24 puntos, 6 más que el octavo que es quién marca la frontera con Europa. Buenos números después de 13 jornadas, o lo que es lo mismo, un tercio de competición. Si mantiene esta proyección, de sumar 1.84 puntos por partido, el conjunto zurigorri se iría hasta los 70 puntos, una cifra casi de Champions. Lástima que el fútbol no sea una asignatura de matemáticas exactas.
La temporada pasada, el equipo llegó al parón mundialista en cuarta plaza y luego se fue cayendo en la segunda vuelta hasta terminar en la octava posición con derrotas tan inesperadas como dolorosas. No se pudo hacer una peor ‘txanpa’ final. Los aficionados están contentos con la marcha de los de Valverde, pero tienen la mosca detrás de la oreja. Muchos jugadores llegaron exprimidos a la fase definitiva de la temporada por la escasa rotación y hay muchos que ven cierto paralelismo con lo acontecido la campaña anterior.
La teoría de la manta
Todos los entrenadores buscan el equilibrio perfecto de sus equipos entre defensa y ataque. Esa es la clave del fútbol. Jorge Valdano lo ilustró con aquella teoría de la manta. Si te tapas los pies, se te queda fría la cabeza y viceversa. Si atacas mucho puedes marcar mucho, pero al mismo tiempo corres el riesgo de que también te marquen con facilidad y al revés, si te dedicas a defender, tienes muchas papeletas de dejar tu puerta a cero, pero seguramente no inquietes la portería rival.
El Athletic de la temporada pasada fallaba como una escopeta de feria ante la portería contraria, salvando partidos muy concretos como ante el Cádiz, Elche y Almería que maquillaron los datos generales. A pesar de tener un arranque de liga más sencillo, los de San Mamés tenían a estas alturas de campeonato 3 puntos menos que este curso.
En el capítulo anotador, han marcado 4 bacalaos más que las 13 primeras jornadas de la campaña anterior. Por el contrario, han encajado esta 23/24 tres goles más en contra en los mimos partidos de la 22/23. No son muchos más, pero hay que tener en cuenta que de esos 17, 7 han sido en los últimos 3 partidos ligueros.
Problema detectado
El último partido ante el Celta, es un buen resumen de cómo le va al equipo esta temporada. Se siente poderoso en ataque con jugadores capaces de marcar la diferencia y desequilibrar un partido en cualquier momento, y al mismo tiempo es incapaz de cerrar un partido por su debilidad defensiva. Tenemos recientes ejemplos de esto: Celta, Villarreal, Rubí…
La plantilla está mal configurada. Todos sabíamos que faltaba un cuarto central, pero se apostó por no gastar y cruzar los dedos para que no hubiera lesiones y entre los tres se pudieran repartir toda la temporada. Craso error. Yeray apenas ha podido ayudar a sus compañeros por lo que Vivian y Paredes han tenido que sujetar al equipo con el riesgo que eso conlleva. Aitor Paredes ha tenido que jugar tocado los dos últimos compromisos y se ha notado que ha bajado su rendimiento. Es lógico en un chaval joven y no se trata de cebarse con él porque Vivian tampoco firmo su mejor partido ante el Celta e incluso De Marcos jugó muy por debajo de su nivel en la primera parte sobre todo. El mejor de la zaga fue Iñigo Lekue que volvió a jugar en detrimento de Imanol, dejando al margen a Simón que sigue un peldaño o dos por encima del resto.
Soluciones
El equipo tiene serios problemas en defensa. Se muestra excesivamente blando y sufre en exceso, es algo que vemos todos. Si tus defensas no están al 100% y a eso le sumas un mal partido de quién debería echarte una mano, Mikel Vesga, tienes como resultado 3 goles encajados ante un rival que llegaba en descenso, aunque con buenos jugadores en ataque, las cosas como son.
El equipo se ha descapitalizado en el eje central y ahora mismo no hay soluciones mágicas. Si Valverde no confía en los centrales de la cantera tendrá que tirar de los Paredes y Vivian hasta que aguanten, que no será mucho porque el de Arrigorriaga acumula ya cuatro tarjetas amarillas. En el mercado de invierno se podría fichar, pero no tienen pinta la directiva de querer abrir la cartera y menos cuando todos te están esperando con el pasamontañas puesto y el equipo está sacando los partidos adelante. En resumen, toca aguantar el tirón con parches temporales hasta que se recupere Yeray. Salvo que la recuperación del de Barakaldo genere dudas, no parece que el Athletic vaya a invertir en enero.