El Ayuntamiento de Bilbao ha advertido a los ciudadanos de «los riesgos» que entraña la manipulación o mal uso de material pirotécnico «para su propia seguridad y la de otras personas, objetos o patrimonio», por lo que ha pedido que se extreme la precaución ante el lanzamiento de cohetes y petardos durante las Navidades.
Así, ha explicado que «un uso incorrecto de estos elementos puede ocasionar quemaduras y heridas graves y, en la mayoría de las ocasiones, supone molestias añadidas a vecinos y vecinas, sobre todo a los colectivos más vulnerables -como niños, personas mayores, enfermas o mascotas-, así como una alteración del orden público».
Además, ha destacado, el lanzamiento de cohetes y petardos contra edificios y mobiliario urbano «entraña un riesgo añadido». En función de los datos aportados por el Consistorio, el año pasado, en los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo, los Bomberos de Bilbao realizaron 87 salidas, 25 de ellas por incendios.
A lo largo de las pasadas Navidades, que fueron «especialmente ventosas», hubo diez fuegos forestales, once en contenedores, dos en portales y otras tantas en mobiliario urbano como papeleras y sombrillas de bar.
El Consistorio bilbaíno ha apelado, por tanto, a la colaboración ciudadana para hacer frente a ese tipo de «actitudes incívicas» y ha recordado, además, que el material pirotécnico debe adquirirse siempre en locales de venta autorizados.
Durante las fechas navideñas, la Policía Municipal de Bilbao realiza «un control exhaustivo» para evitar la venta no autorizada de material pirotécnico, tanto en establecimientos comerciales como de venta ambulante.
RECOMENDACIONES
El Ayuntamiento ha precisado que, además de adquirirse «por seguridad» siempre en locales de venta autorizados por la Subdelegación del Gobierno, para manipular todo tipo de material pirotécnico «es imprescindible seguir sus instrucciones de utilización y tener en cuenta en todo momento la edad mínima de uso en cada caso».
Según ha explicado, en la categoría F1 de riesgo muy reducido, como bengalas y bombetas, que se pueden utilizar en interiores, la edad mínima es de 12 años. En la categoría F2 de riesgo reducido, como petardos, bengalas y fuentes que se pueden utilizar al aire libre, la edad mínima es de 16 años.
La categoría F3 de riesgo medio, que incluye truenos, tracas y cohetes y se pueden utilizar al aire libre en áreas amplias y abiertas, la edad mínima es de 18 años.
Entre otras recomendaciones, se aconseja seguir siempre las instrucciones que se indican en el envase de los elementos pirotécnicos, respetar las normas de uso, no manipular sus componentes y no disparar si presentan desperfectos, y no adquirir ningún artificio pirotécnico sin su correspondiente envase o embalaje.
Antes de lanzar artificios aéreos, se debe comprobar que no haya objetos que impidan su ascenso y no encenderlos cerca de otros artificios, ni guardarlos en los bolsillos o en la ropa. No se debe situar ninguna parte del cuerpo por encima o delante del artificio, ni lanzar contra personas, animales o bienes, ni colocar en el interior de botellas o latas.
Es preciso encender la mecha por su extremo más alejado y de espaldas al viento y, una vez prendida, retirarse inmediatamente. Si falla el encendido, se debe esperar al menos 30 minutos antes volver a encenderlo. En caso de que la mecha no esté intacta, se debería inutilizar el artificio introduciéndolo en un recipiente lleno de agua, al menos durante ocho horas.