Ahora mismo el Athletic parece imparable. Desarma a los rivales con su poderío físico y los fulmina con el dulce momento por el que atraviesan algunos jugadores como Nico, Sancet, Iñaki o Guruzeta. Una auténtica apisonadora que somete a los contarios a base de ritmo y velocidad.
Los números en San Mamés son elocuentes: cinco victorias (Betis, Cádiz, Almería, Celta y Rayo), dos empates (Getafe y Valencia) y la única derrota en el debut liguero contra el Real Madrid. En total 22 bacalaos y 11 goles encajados, lo que supone una media de cerca de 3 tantos por partido. Nada mal para un equipo que se había propuesto no fallar tanto en casa como el pasado curso.
Champions, ¿posible?
Los leones se han consolidado en la quinta plaza con 28 puntos, a 3 del Atlético de Madrid, que todo sea dicho, tiene un partido menos. Sinceramente, pensar en Champions son palabras mayores salvo que la quinta plaza acabe dando derecho a jugar este año esa competición, pero lo que está claro es que un serio aspirante a Europa. Otra posibilidad es que los rojiblancos mantengan la actual posición y con los cambios previstos para la próxima temporada en la Liga de Campeones, el quinto acabe jugando esa máxima competición. No se puede renunciar a nada, pero con los pies en el suelo.
Se trata de estirar los buenos momentos y hacer que pasen rápidos los malos, porque las vacas flacas llegarán tarde o temprano. El Athletic tiene muchos retos en ese sentido. Valverde tiene que ir pensando en el recambio de Iñaki Williams durante la Copa África. A priori se nos ocurre el nombre de Berenguer, pero jugar sin Iñaki puede implicar más cambios en la forma de atacar del equipo. Hay que ver como se amolda al esfuerzo de jugar dos partidos por semana cuando llegue enero y la Copa adquiera más protagonismo si se cumple contra el Cayón, y sobre todo, tenemos la duda de como responderán las piernas de los futbolistas más importantes en el tramo final de la temporada cuando lleguen sobrecargados de minutos.
Copa
Antes de pensar en sumar otros tres puntos de oro en Granada contra un rival que ha cambiado de entrenador, toca afrontar el trámite de la copa. Máximo respeto y atención por parte de los rojiblancos, pero un equipo de Segunda Federación no debe ser rival para una escuadra de primera y más en el momento en el que llegan los leones. Habrá muchos cambios, pero cualquiera de la plantilla tiene el nivel suficiente para saltar al césped y cumplir con su obligación.
Incluso el filial de Gurpegui, que lidera su grupo de la misma categoría, debería bastarse para superar la eliminatoria. Por si esto fuera poco, el partido se disputa en el Sardinero. No le queda al conjunto cántabro ni la sorpresa de jugar en su terreno de juego. No hay excusas. Hay que superar este escollo para entrar en la ronda de dieciseisavos, donde ya aguardarán los equipos de la Supercopa. Esa próxima eliminatoria, si llega, será el domingo 7 de enero para los leones puesto que su primer partido de 2024 se disputará en el Sánchez Pizjuán el jueves 4. Hay que mantener viva la ilusión de la Copa.