Tal y como está el equipo ahora mismo la respuesta es un rotundo sí. Al margen de lo que suceda con la quinta plaza, los leones son capaces de competir por la cuarta posición. El Atlético está a 2 puntos, con un partido menos ante el Sevilla, que recuperará el sábado, y el Barca, bastante tocado, aparece a 3. Reconozco que a todos nos resulta difícil pensar que Madrid, Barca o Atlético se vayan a caer de ahí, pero nada es imposible. El Girona está cuajando un temporada extraordinaria, pero hay que ver como responde en la segunda vuelta.
Si el Athletic sigue así, la Champions es más que posible. La gran duda es si los de Valverde aguantarán el nivel exhibido frente a los colchoneros porque resulta difícil de imaginar. Me cuesta mucho recordar un partido tan completo de los leones ante uno de los gallitos de La Liga. Seguramente no fue el mejor partido de los de Simeone, pero más que ponerlo en el debe del rival, lo achaco al partidazo de los rojiblancos, que rozaron la perfección. Solo tuvo una pega, y es que no se transformaron las muchas ocasiones de ‘bacalao’ generadas por el equipo. Si fuera un examen, tengo claro que les pondría un 9.9 sobre 10.
El planteamiento de Valverde desbordó al entrenador mejor pagado del mundo y a pesar de los cambios en el descanso, no pudo hacer reaccionar a su equipo. El ‘Txingurri’ tiene claro que su equipo tiene que jugar con la sexta marcha metida y a tope de revoluciones para superar a estos poderosos rivales y más cuando los madrileños venían de jugar Champions entre semana. Los jugadores bordaron el plan de ataque y solo la falta de puntería les libró de salir goleados de San Mamés en un día mágico con la fiesta final del 125 aniversario.
Nico asume su rol
La victoria confirma que el pinchazo en Granada fue un mero accidente y no un indicador que presagiara tormentas en el rumbo de la nave rojiblanca. Los cuatro jugadores de ataque: Gurzeta, Sanct y los hermanos Williams viven un momento dulce y eso genera muchas dudas en los rivales. Imposibles de parar a este nivel. Por encima de todos aparece la figura de Nico, que ahora mismo, es el jugador con más desborde del equipo. Todos los rivales le defienden con dos y hasta tres jugadores y no son capaces de frenarle, y las pocas veces que lo hacen, encuentra al compañero libre de marca dentro del área. Está creciendo en cada partido.
Nico es consciente ya de su rol dentro del equipo y ha dado el paso para convertirse en unos de sus líderes, con permiso del hermano mayor. Sus compañeros le buscan porque saben que es un valor seguro y que siempre saca algo. El pasado sábado forzó un penalti y se sacó de la chistera un tanto por los que vale la pena pagar una entrada. Soberbio. Tanto es así que su entrenador le preguntó al cambiarlo si era zurdo. Mejor aún, es ambidiestro. Ojalá sea capaz de mantener este nivel top durante mucho tiempo.