El Ejecutivo vasco ha llegado a un acuerdo con las religiosas Clarisas de Gernika, para la adquisición del convento, la iglesia y el terreno posterior, “un lugar lleno de historia y significado”, así lo ha presentado esta mañana el lehendakari en Gernika. Iñigo Urkullu, ha anunciado el acuerdo al que ha llegado el Gobierno Vasco para la adquisición de los edificios adyacentes a la Casa de Juntas de Gernika, con el fin de convertirlos en “un espacio vinculado a la memoria”, dando así «un nuevo impulso» al museo de la Paz. En el acto, al que ha acudido una gran representación institucional, han estado varias monjas de la congregación. La última priora del convento, sor Begoña, ha guiado la visita por las instalaciones que se cerraron hace un año.
El Obispo Joseba Segura ha iniciado su intervención recordando un poema del fraile franciscano Bitoriano Gandiaga, quien un día como hoy, fue testigo del bombardeo de Gernika desde su Mendata natal. El prelado se ha referido también a la muerte de los inocentes «hace dos mil años o en Gaza en el 2024. Provocada por las bombas de la legión Cóndor o por un frío disparo en la nuca, se nos presentan como acontecimientos demasiado poderosos para ser asimilados o explicados».
Un lugar para conservar la Memoria
En el acto junto al lehendakari han estado presentes la diputada general de Bizkaia, la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia y el alcalde de Gernika, entre otras autoridades. Iñigo Urkullu ha recordado el dolor sufrido por las víctimas que vivieron aquella tragedia. Lo ha hecho en un lugar “lleno de historia y significado”, por ser de los pocos que, junto con las antiguas escuelas, el paseo, la parroquia de Andra Mari y la Casa de Juntas, que se mantuvieron en pie tras el bombardeo.