El Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación Foral de Bizkaia ha elaborado un documento-guía que recoge recomendaciones de seguridad, especialmente enfocadas en la protección contra de incendios, en edificios de viviendas donde la instalación de ascensor podría reducir la anchura libre de las escaleras a menos de 1 metro.
Según ha explicado la portavoz de la Diputación, Leixuri Arrizabalaga, el servicio de bomberos vizcaíno propone, en este documento medidas para «equilibrar» la necesidad de mejorar la accesibilidad para personas con discapacidad con el riesgo potencial para la evacuación de los ocupantes del edificio y la accesibilidad de los equipos de emergencia.
En función de los datos que ha aportado, en Bizkaia existen en la actualidad un total 12.990 edificios de viviendas tres o más alturas que carecen de ascensor y que, por tanto, podrían realizar obras para incorporar este elemento en los próximos años.
El documento de recomendaciones será enviado a los servicios técnicos municipales de los 113 ayuntamientos del territorio, así como a la Asociación Vasca de Municipios (EUDEL), los Colegios Profesionales de Arquitectos e Ingenieros de Bizkaia, los Departamentos de Industria y Vivienda del Gobierno Vasco y la Asociación Empresarial de Ascensores de Euskadi (EIGEL).
El objetivo es colaborar con los servicios técnicos, especialmente los de municipios más pequeños, para «minimizar la posibilidad de que haya disparidad de criterios en la concesión de licencias para estas actuaciones» y atender a la dificultad de «tener un criterio experto sobre todo tipo de cuestiones» en algunos ayuntamientos.
Según el vigente Código Técnico de la Edificación, las escaleras de evacuación en edificios de viviendas deben tener una anchura mínima de 1 metro, aunque hay excepciones para edificios existentes que deseen instalar ascensores para mejorar la accesibilidad.
En estos casos, han precisado desde la Diputación, se puede considerar una anchura menor si se justifica la inviabilidad técnica y económica de otras alternativas, y se implementan medidas adicionales de seguridad.
La evaluación de estas condiciones recae en los servicios técnicos municipales, encargados de emitir los informes que sirvan de base para conceder las autorizaciones para llevar a cabo estas actuaciones. En este sentido, la portavoz foral ha subrayado que las recomendaciones de los bomberos no pretenden «reemplazar el criterio de los servicios técnicos municipales», sino ofrecer directrices opcionales basadas en su experiencia para «promover la coherencia y la eficiencia» en la evaluación de proyectos de este tipo en todo el territorio.