El Hospital Gorliz de Osakidetza ha incluido dentro de sus tratamientos un dispositivo tecnológico «puntero» para tratar pacientes que han sufrido un daño neurológico, como consecuencia, por ejemplo, de un ictus u otros procesos que afecten a la marcha. Lokomat, que es como se llama el nuevo dispositivo, es un sistema robótico diseñado para la rehabilitación funcional de pacientes con posibilidades de recuperación.
Osakidetza ha realizado una inversión de 630.000 euros para adquirir y ubicar este dispositivo en el Hospital Gorliz, centro referente en Bizkaia en la rehabilitación de este tipo de procesos, según ha informado el Departamento de Salud.
Es el primer dispositivo en Osakidetza de estas características que permite guiar a la persona para que reproduzca un patrón de marcha fisiológico durante un tiempo más prolongado, pudiendo realizar un gran número de repeticiones, que es lo que el sistema nervioso necesita para aprender un movimiento de forma correcta.
«Son pacientes que como consecuencia del daño neurológico han perdido movilidad, pero con entrenamiento tienen posibilidad de recuperarla, al menos parcialmente. Para eso hay que volver a enseñarles a andar, repitiendo una y otra vez ese movimiento», ha explicado la directora gerente del Hospital de Gorliz, Carmen Rodríguez.
Ictus, primera causa de discapacidad
Entre los pacientes que serán tratados con este nuevo dispositivo están aquéllos que han sufrido un ictus o accidente cerebro vascular y que, como consecuencia, han visto la marcha alterada.
El ictus sucede cuando el flujo de sangre de una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales. Se trata de la segunda causa de muerte en España tras la cardiopatía isquémica y se da con mayor frecuencia en las mujeres, ha apuntado Salud.
Además, ha añadido, según la Organización Mundial de la Salud, representa la primera causa de discapacidad física en las personas adultas y la segunda en demencia.
La incidencia del daño cerebral adquirido aumenta cada año, ya que se estima que entre 2015 y 2035 habrá un incremento del 34% en el número total de accidentes celebrovasculares en Europa. Más del 30% de supervivientes de un ictus presentan en mayor o menor medida un grado de discapacidadad y requieren tratamiento rehabilitador, ha precisado la Consejería.
Entre las principales secuelas de las personas que sufren un accidente cerebro vascular están las alteraciones a la hora de caminar, bien sea porque existe una disfunción en la marcha y el equilibrio, una reducción en la longitud de la zancada o una postura asimétrica.
El dispositivo Lokomat se compone de una órtesis (dispositivo externo) de marcha robotizada y de un moderno sistema de descarga del peso corporal, combinados con una cinta rodante y asociado a una pantalla de realidad virtual, que permite un entrenamiento de la marcha altamente repetitivo y fisiológico. Está destinado a pacientes con alteraciones neurológicas severas o moderadas.