La Ertzaintza ha detenido en Barakaldo a un hombre de 34 años por la comisión de un delito de estafa continuada y suplantación de identidad. El arrestado utilizaba los datos de clientes de una compañía telefónica. Con ellos compraba terminales de alta gama que, finalmente, eran enviados en contenedores a un país africano.
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, el sospechoso adquiría teléfonos móviles de alta gama a través de una compañía telefónica, solicitando que le fueran entregados a pie de calle en diferentes puntos de Bizkaia y Gipuzkoa. Utilizaba datos de usuarios registrados en esa empresa y utilizaba sus cuentas para abonar las facturas de los contratos realizados.
Tras registrarse numerosas denuncias por parte de los usuarios afectados, agentes de la Ertzaintza de Errenteria iniciaron una investigación tendente a identificar a la persona o personas que estaban cometiendo los delitos de usurpación de identidad y estafa continuada.
Según las víctimas, las personas autoras de esos delitos accedían a su área de clientes, daban de alta un número de teléfono y con dicho número adquirían terminales de alta gama a pagar a plazo a su cargo.
Antecedentes por hechos similares
Las pesquisas realizadas por los agentes encargados de la investigación permitieron la identificación de una persona sospechosa. Esta tenía antecedentes por hechos similares y establecieron una estrecha vigilancia en torno a él.
El sospechoso recogió un paquete en Barakaldo, los agentes que formaban parte del dispositivo de vigilancia le dieron el alto y registraron su vehículo. En su interior localizaron seis teléfonos móviles de alta gama, cuyos números constaban en las denuncias de las víctimas.
Asimismo, entre la documentación encontrada entre sus pertenencias, localizaron la tarjeta de una empresa de envíos internacionales. A través de la misma, se pudo conocer que el detenido había enviado en el mes de mayo dos contenedores con 328 paquetes con destino a su país de origen.
El detenido fue puesto a disposición judicial. No obstante, los agentes continúan con la investigación abierta tratando de averiguar si se han cometido más estafas. Investigan si hay víctimas que todavía no se hayan percatado de que sus datos han sido utilizados para cometer el engaño.