El lehendakari, Imanol Pradales, ha lamentado que la propuesta de EH Bildu para un acuerdo global sobre los presupuestos del Gobierno Vasco y las tres diputaciones forales responda a un ejercicio de «táctica política» y no a un planteamiento «sincero y realista», dado que, entre otras cosas, plantea un incremento presupuestario de 1.500 millones de euros para el Ejecutivo, en un contexto en el que las devoluciones a mutualistas por retenciones indebidas han tenido un impacto de 700 millones de euros en la recaudación.
Pradales, en declaraciones a los medios de comunicación a su llegada al Parlamento Vasco, se ha mostrado «abierto» a recibir propuestas de acuerdo «de carácter constructivo y sinceras».
En todo caso, y en la misma línea que mantuvo la semana pasada, ha manifestado que la propuesta de acuerdo presupuestario global de EH Bildu le sigue generando «dudas».
El lehendakari, que ha subrayado que la coalición soberanista no le ha trasladado «formalmente» dicha propuesta y que solo la conoce a través de los medios de comunicación, se ha preguntado si lo que plantea EH Bildu responde a una cuestión de responsabilidad o de «táctica política».
Imanol Pradales ha destacado el hecho de que, en la misma semana que se ha conocido que los recursos económicos de los que dispondrán este año las instituciones vascas se han reducido en 700 millones de euros por las devoluciones a mutualistas a las que han obligado varias sentencias del Tribunal Supremo, EH Bildu plantee una propuesta al Gobierno Vasco «que al menos contempla 1.500 millones de euros más sobre el presupuesto que ya existe».
«¿Estamos hablando de una propuesta realista o estamos hablando de táctica política única y exclusiva?, se ha preguntado. Pradales ha recordado que, en todo caso, EH Bildu «tendrá la oportunidad de poner encima de la mesa cuestiones concretas en el trámite parlamentario de los presupuestos».
El lehendakari ha reiterado que los aspectos que han trascendido de la oferta de EH Bildu le siguen generando «muchísimas dudas», y ha manifestado que tras esa propuesta «hay más de táctica política que de responsabilidad política», dado que «es muy distinto elaborar un presupuesto público que hacer un programa electoral».
