La Ertzaintza sancionó en los nueve primeros meses del año a un total de 1.603 conductores por dar positivo en alcohol, lo que supone un porcentaje de positividad del 3,7%, después de practicarse 43.314 test de consumo de alcohol, según datos del Departamento vasco de Seguridad.
Del total de pruebas de alcoholemia realizadas, 5.687 se llevaron a cabo por motivo de accidente de tráfico. En ellas, 5.330 conductores implicados dieron negativo (94% del total), 297 rebasaron la tasa del alcohol autorizada (5%), y otros 60 conductores se negaron o fue imposible practicarles el test.
Precisamente este pasado jueves el Pleno del Congreso aprobó una proposición no de ley del Grupo Parlamentario Socialista para reducir el límite de la tasa máxima de alcohol permitida a todos los conductores de vehículos, motorizados y no motorizados, a 0,2 g/l en sangre y 0,1 mg/l en aire espirado.
En la iniciativa, los socialistas argumentan que el consumo de alcohol supone «uno de los principales factores de riesgo durante la conducción de vehículos» y advierten de que, aunque se han producido «enormes avances en la concienciación», un 32,7% de los conductores fallecidos en 2023 presentaba una tasa de alcoholemia positiva.
«El alcohol afecta de manera importante a las capacidades psicofísicas y los comportamientos: tiempo de reacción, visión, percepción, coordinación, comisión de infracciones, aumento de las distracciones, la somnolencia y la fatiga, etc., aparte de disminuir gravemente la percepción del riesgo y alterar la toma de decisiones», destaca el PSOE.
Asimismo, sostiene que «las investigaciones dejan claro» que a partir de 0,3 g/l y, especialmente, hasta 0,5 g/l –tasas actuales en España– el riesgo de accidente se puede multiplicar por dos o incluso por tres. Por otra parte, opina que una misma tasa para todos los conductores, independientemente del tipo o antigüedad de su permiso, «eliminaría los problemas de comunicación y confusión».
BAJA LA POSITIVIDAD EN ALCOHOL
A la vista de los datos recopilados en los primeros nueve meses del año, se ha reducido en dos décimas respecto al 2023 el porcentaje de conductores sorprendidos en las carreteras vascas cuando conducían con una tasa de alcohol superior a la permitida.
En concreto, en el periodo enero-septiembre del pasado año se realizaron 39.420 test, de los cuales 1.557 arrojaron un resultado positivo, con un índice de positividad del 3,9%.
El mayor porcentaje de positividad en alcohol en el periodo enero-septiembre este año (el 59% de los analizados rebasan la tasa permitida) se da entre los conductores que habían sido sorprendidos cometiendo una infracción del código de circulación. En concreto, se hicieron test de alcohol a 305 conductores que habían cometido alguna infracción, de los cuales 181 dieron positivo y 122 negativo.
En cuanto a los 37.322 test preventivos llevados a cabo por la Policía autonómica vasca hasta el pasado mes, el 97% arrojaron un resultado negativo (36.183 pruebas), un total de 1.125 fueron positivos (3%) y 14 conductores se negaron o fue imposible practicarles el examen.