El lehendakari, Imanol Pradales, ha participado en el acto de apertura de la 59 edición de la Durangoko Azoka, con un compromiso con el impulso de políticas públicas que garanticen la creación y la producción cultural en euskera, mediante la colaboración con las industrias y asociaciones culturales, y con la ciudadanía. «No es una opción, sino un deber firme que tengo y tenemos como vascos», ha asegurado.
Bajo el lema «Hartzea ematea DA!» se ha dado inicio a la que es la «plaza de la cultura», según el lehendakari, en el centro cultural San Agustín, junto a representantes de Gerediaga Elkartea, la alcaldesa de Durango, la vicelehendakari y consejera y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, y representantes de la Diputación Foral de Bizkaia y agentes culturales.
Pradales ha explicado que «las condiciones para crear, compartir y recibir cultura han cambiado radicalmente» y ante ello ha instado a acertar a la hora de leer esos cambios. «Son necesarias las personas creadoras en euskera y necesarias también las personas receptoras», ha agregado.
Así, se ha comprometido a «llevar a cabo políticas públicas que garanticen la creación y producción cultural». «Tenemos claro que la cultura juega un papel fundamental en el desarrollo y transmisión de valores individuales y colectivos y en el fortalecimiento de nuestra identidad compartida», ha añadido.
En un guiño a lema de la presente edición, «Hartzea ematea DA!», se ha referido a Durango como «lugar de encuentro, plaza de la cultura y plaza de una comunidad». De esta forma, ha hecho una invitación a la ciudadanía para que se acerque a Durango y «disfrute».
La 59 Durangoko Azoka, que ha abierto sus puertas esta mañana en Landako Gunea y se podrá visitar hasta el próximo domingo, se celebra, en esta ocasión, bajo el lema «Hartzea ematea DA! (Recibir es dar)».
Imanol Pradales ha comenzado su intervención con unas primeras palabras de recuerdo y reconocimiento al que fuera durante muchos años director de Durangoko Azoka y gerente de Gerediaga Elkartea, Jon Irazabal, que falleció el pasado mes de agosto. Ha mostrado también su reconocimiento y agradecimiento a todos los que están comprometidos a favor del euskera porque su aportación «es vital».
En esta 59 edición, ha destacado que no es tarea fácil ser durante tantos años la feria «de referencia» en Euskadi y ha rememorado los «bonitos recuerdos» que le evocan de su niñez y juventud, disfrutando del ambiente de Durango en la antesala de la Navidad para llevarse algún libro, cómic o disco a casa.
Tras señalar que es una tradición que se mantiene en la actualidad, ha recordado que la primera edición de Durangoko Azoka fue organizada en 1965 por los miembros de la asociación de Gerediaga. Además, ha resaltado la complicada situación en la que se encontraba la transmisión del euskera bajo la dictadura.
Su situación, según ha puesto en valor, ha cambiado mucho desde la época en la que no estaba regulado un euskera unificado y no había aún nacido la literatura y la música euskadun moderna. Por ello, ha expresado el «orgullo» de los vascos porque esta feria se mantenga viva.
VIVIR EN EUSKERA
Pradales ha subrayado que en los «humildes» comienzos de Durangoko Azoka y, a pesar de las dificultades, había «una sólida comunidad que quería vivir en euskera», un pueblo que tenía vocación de permanencia, con su lengua. «El pueblo y la lengua. Cuerpo y corazón, como dice el famoso verso de Xalbador», ha añadido.
«Nos dejaron una lección preciosa: si formamos una comunidad sólida, seremos capaces de conseguir grandes cosas. Nada nos detendrá, tampoco en adelante», ha enfatizado.
El Lehendakari ha admitido que en la actualidad se afrontan «grandes retos», con una sociedad «más compleja, más líquida, más diversa», con el impacto que suponen la globalización y digitalización. «Las condiciones para crear, compartir y recibir cultura han cambiado radicalmente. Vivimos en la era de las pantallas y las redes sociales, se vive cada vez más rápido. Hay mucha competencia para captar nuestra atención y nuestro tiempo», ha manifestado.
Tal como ha constatado, es un nuevo tiempo en el que los jóvenes consumen mayoritariamente audiovisuales. Por ello, ha dicho que hay que «acertar a leer esos cambios» y dar «un salto» para garantizar el futuro de la lengua vasca.
UNA IDENTIDAD COMPARTIDA
«Tenemos claro que la cultura juega un papel fundamental en el desarrollo y transmisión de valores individuales y colectivos, para alimentar y fortalecer nuestra identidad compartida», ha afirmado, para añadir que es «consciente» de que no es responsabilidad exclusiva de la Administración, pero en lo que les corresponde, seguirán en el camino de la colaboración, «promoviendo mejores y nuevas condiciones y oportunidades» para la creación en euskera.
De esta forma, ha explicado que, mediante el diálogo y juntos, se buscará la forma de mejorar las políticas públicas para fortalecerla. «Tengo plena confianza en el futuro. Tenemos una base sólida que hemos construido durante décadas. Cuando discutimos sobre la necesidad de dar un salto, eso significa que ya tenemos por dónde saltar. Tenemos un punto de partida. Seamos optimistas y valientes, como lo fueron nuestros predecesores», ha animado.
Por ello, como Lehendakari, se ha comprometido a desarrollar políticas públicas que garanticen la creación y producción cultural en euskera. «Esta no es una opción, sino un deber firme que tengo y tenemos como vascos», ha apuntado.
En este sentido, ha aseverado que los proyectos y retos que tiene el Gobierno Vasco por delante los desarrollarán impulsando la colaboración con las industrias creativas y culturales vascas, con los agentes y asociaciones y con la ciudadanía.
Antes del acto, el lehendakari, acompañado por la vicelehendakari primera y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea, han aprovechado para visitar los diferentes stand de la Azoka, en Landakogunea.