Parece mentira que, en una temporada tan ilusionante, en la que el Athletic aspira, en la Liga, a alcanzar puestos de Champions League diez años después de su última participación, y en Europa esté a punto de cerrar su clasificación para los octavos de final por la vía rápida, tengamos que hablar de la huelga de animación forzada por un núcleo muy pequeño de todos los que están en la grada norte.
Ningún verdadero athletictzale dejaría tirado al equipo de esa manera en partidos tan importantes como el que se jugó en Copa ante Osasuna o el que está por venir este jueves ante el Viktoria Pilsen. Pueden estar enfadados con la directiva con o sin razón, ese es ya otro debate, pero hay muchas formas de demostrar ese malestar que no sea abandonando al equipo. Solo hay que ser imaginativos.
Piquete sindical de animación
Durante el choque contra el Leganés hubo algunos aficionados ubicados en ese fondo norte que quisieron retomar la dirección de la animación. Un miembro de ‘Piratak’ intentó dirigir los cánticos micrófono en mano y tuvo que dejarlo ante la presión de las vacas sagradas que actúan como el perro del hortelano, ni animan ni dejan animar. Son piquetes de animación que amenazan a una grada plagada de chavales jóvenes que no se atreven a llevarles la contraria, aunque sean mayoría. Siempre han jugado con ese miedo, son unos expertos.
Los vídeos filtrados desde ese sector son vergonzosos para la afición zurigorri y hasta que no extirpemos ese cáncer de ahí, no será una grada libre. Basta ya de matones de otros tiempos. Esa época quedó ya atrás y si nos son capaces de aceptarlo y adaptarse a los nuevos tiempos, que se vayan por favor y cierren la puerta al salir.
Como preveo que los aficionados amenazados no tomaran cartas en el asunto, el Athletic podría denunciar de oficio con las imágenes del campo a quienes intimidaron al resto porque casi asistimos a una pelea entre aficionados del mismo equipo si es que a los que amenazan se les puede considerar como tal.
Renuncien a sus privilegios
La grada de animación está para animar como su propio nombre indica. Parece una perogrullada, pero hay gente que aún no lo entiende. Es un sector beneficiado y subvencionado para ello. Si no cumples con tu parte del acuerdo, no vayas a San Mamés. Se consecuente. Qué bonito es hacer huelga sin renunciar a tu privilegiada butaca para ver el partido.
La Junta Directiva expuso, vía mail, los privilegios que tiene ese grupo. Puede que el error haya sido suyo por darles tanto poder como han hecho otros en el pasado, pero ahora están obligados a tomar cartas en el asunto. La solución, que no es sencilla, pasa por sacar de la ecuación a los veteranos que luchan en su particular Vietnam. San Mamés debe ser un punto de encuentro y no de desunión.
La Junta Directiva está en contra de los impulsores de la huelga, los jugadores también e incluso la mayoría de aficionados, pero ellos siguen adelante conduciendo a contra sentido por la autopista porque entienden que los únicos que van en el sentido correcto son ellos. Difícil solución tiene eso. A bote pronto solo se me ocurre fijar para esa grada de animación un límite máximo de edad que no supere los 25 años, por decir una cifra, y que deje fuera de juego a todas esas vacas sagradas.
CUANDO SE ABRE SAN MAMES