

Trabajadores de Bridgestone Basauri han convocado tres nuevas jornadas de huelga para los días 8, 10 y 12 de mayo. Así lo ha aprobado por unanimidad la plantilla en asamblea, en respuesta al ERE que contempla el despido de 335 personas en la planta vizcaína.
No hay «cheque en blanco» pese a prorrogar la negociación
El comité de empresa ha comunicado que han aceptado ampliar el periodo de negociación del ERE hasta el 19 de mayo, tras una reunión celebrada este lunes con la dirección de la compañía. La empresa ha planteado entonces la posibilidad de prejubilaciones y bajas incentivadas, pero los representantes sindicales han recalcado que esta prórroga «no es un cheque en blanco».
Luis Escalona, secretario del comité y portavoz del sindicato independiente BUB, ha advertido que mantendrán la presión mientras dure la negociación y ha asegurado contar con el respaldo total de la plantilla.
El comité exige propuestas concretas
Escalona ha subrayado que, a pesar de que la dirección ha mostrado disposición para hablar de prejubilaciones, «no ha concretado nada» y ha calificado su postura como «una simple declaración de intenciones». Ha reclamado conocer los planes de futuro, las cargas de producción previstas y garantías tangibles para la viabilidad de la planta.
Aunque ha valorado como «un avance» que se mencione la opción de prejubilaciones, ha recordado que 335 despidos siguen siendo excesivos, y ha reiterado la negativa del comité a aceptar despidos traumáticos.
La presión sindical empieza a dar resultados
El portavoz del comité ha señalado que la apertura de la empresa a reconsiderar el número de despidos es fruto de las movilizaciones y de la contundente respuesta de la plantilla. En ese sentido, Bridgestone ha admitido que no podría producir las 850.000 cubiertas previstas con la plantilla restante, lo que, a juicio del comité, demuestra que la cifra inicial de despidos “no es realista”.
El comité insiste en la necesidad de más producción
Desde el comité se han mostrado abiertos a consensuar una postura común entre los distintos sindicatos, siempre que la dirección presente propuestas claras. Han defendido que la planta de Basauri necesita más carga de trabajo, menos despidos y un reparto más justo de la producción con Cantabria.
Escalona ha concluido que en la planta vizcaína «no sobra nadie de forma traumática», y ha reclamado «más concreción en cuanto a producciones futuras y su reparto territorial».