La Guardia Civil ha liberado a nueve mujeres que eran víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual en Barakaldo (Bizkaia) y Castro Urdiales (Cantabria), en el marco de la operación ‘Bildalketa’.
Condiciones insalubres y vigilancia constante
Las víctimas vivían hacinadas en habitaciones con literas y eran vigiladas por cámaras de seguridad, tanto en zonas comunes como en sus dormitorios. Según detalla la Guardia Civil, las condiciones de los pisos eran insalubres y las mujeres eran sometidas a control y explotación constantes.
La investigación se inició en 2024, tras una alerta enviada por una ONG sobre un posible caso de trata en Bizkaia. Durante las pesquisas, se descubrió que una de las mujeres había sido introducida en España a través de Grecia, y trasladada entre varios pisos en Bizkaia, Cantabria y Almería.
Una red familiar bien estructurada
En el centro de la red se encontraba un matrimonio residente en Castro Urdiales, presuntos cabecillas del grupo criminal. La mujer explotaba directamente a las víctimas junto con su marido, mientras que su hijo se encargaba del transporte entre los pisos y de recaudar los beneficios. Además, siete mujeres colaboraban en turnos de 12 horas para vigilar a las víctimas.
Detenciones, registros e incautaciones
En mayo, la Guardia Civil llevó a cabo tres registros en inmuebles de Bizkaia y Cantabria, en los que se liberó a nueve mujeres. También se detuvo a siete personas y se dejó en calidad de investigadas a otras tres.
Las mujeres liberadas eran originarias de Colombia (cinco), Bolivia, Venezuela, Paraguay y España.
Durante los registros se incautaron más de 20.000 euros en efectivo, siete teléfonos móviles, un ordenador portátil, dosis de cocaína, pastillas de sildenafil y documentación relacionada con la actividad de explotación sexual.
Delitos y procedimiento judicial
A los arrestados se les imputan los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, prostitución coactiva, tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal.
La investigación ha sido desarrollada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Bizkaia.
