

Kai Nakai, Maren y Olatz Salvador han denunciado el «ninguneo» por parte del Ayuntamiento ante la suspensión del concierto que tenían que haber protagonizado el día 16 en el escenario de Abandoibarra, con motivo del inicio de Aste Nagusia de Bilbao, y que tuvo que suspenderse al no acabar de montarse el escenario.
Las artistas se han mostrado «tristes y enfadadas por el trato recibido» y por no haber obtenido «ninguna disculpa ni información por parte del Ayuntamiento por el escenario no montado y el concierto no celebrado, por el mal trato y la mala gestión».
En un comunicado conjunto difundido en redes sociales tres días después de la suspensión del concierto, las tres artistas califican de «graves» los acontecimientos ocurridos en torno a su actuación y critican la «falta de acción por parte del Ayuntamiento», por lo que han decidido «no callarse».
Según recuerdan, el 14 de julio, en la rueda de prensa se anunciaron los conciertos de la Aste Nagusia y, por un error de comunicación, el Ayuntamiento citó a Kai Nakai y «se olvida a Olatz Salvador y a Maren». Por ello y ante «la falta de respuesta» por parte del Consistorio, el 29 de julio, Olatz Salvador y Maren anunciaron el concierto en sus redes sociales.
«Solo entonces el Ayuntamiento emite una breve nota informando de su participación, el 4 de agosto. A día de hoy sigue sin actualizarlo en su web municipal», lamentan.
El comunicado añade que el 15 de agosto recibieron un mail en el que se les comunicó «problemas con el montaje del escenario» y el consiguiente retraso de las pruebas de sonido y se les garantizó que «trabajarán en su montaje durante la noche».
El 16 de agosto, día del concierto, el escenario «sigue en el mismo estado que la noche anterior» y a las 15.00 horas les comunican que «ya no es una opción» y «están buscando otra alternativa, como un camión».
Tras citar a las tres a las 18.30, a las 19.00 horas se indica que «que el escenario no cumple la normativa de seguridad» cuando el esenario seguía «sin estar montado». También en ese momento les comunican que es imposible conseguir un camión como alternativa. «A pesar de ello nos comunican que el concierto sigue adelante y que en todo caso es nuestra decisión cancelar», añaden.
Según Kai Nakai, Maren y Olatz Salvador, «perplejas ante este panorama», exigieron «responsabilidad» al Ayuntamiento, «ya que ellos son los organizadores y los que deberían dar la cara y, en todo caso, cancelar cuanto antes para evitar molestias al público».
Ante la insistencia de descansar en ellas la decisión de suspender la actuación, advirtieron de que llamarían a la Ertzaintza y a bomberos para que «levanten un atestado del estado del escenario y la no idoneidad del mismo». «A los cinco minutos de decirles esto, aparece el encargado de producción y nos dice que, por problemas laborales de la empresa de montaje, el escenario no está listo y que cancelarán el concierto. Añade que esta empresa ha protagonizado problemas similares en distintas fiestas, como Portugalete, Algorta, Jazzaldi de Donostia…», afirman.
Las tres insistieron en que el Ayuntamiento debe darles explicaciones ya que «en todo caso ellos tendrán que subsanar los problemas con la empresa». Entonces, les autorizaron a «hacer un comunicado para el público» pero «sin nombrar al Ayuntamiento, ya que este hará un comunicado oficial».
«Grabamos el video y varios miembros de la Corporación municipal, nerviosos, nos insinúan que no lo ven adecuado y que si colaborábamos reconsiderarían incluirnos en programaciones futuras. Todas estas acciones nos parecen muy graves teniendo en cuenta que estamos hablando de estamentos públicos», prosiguen.
«NINGUNEADAS TRISTES Y ENFADADAS»
Finalmente, una vez comunicada al público la cancelación, puesto que eran ya las 21.30, a las 0.30 de la madrugada «se publica en la web del Ayuntamiento la crónica del concierto en que ‘miles de personas han bailado'» y que «mantiene en la web del Consistorio hasta las 18.00 del día 17, momento en que se elimina y se añade una nota aludiendo a motivos técnicos para la publicación de la misma».
«Las tres artistas nos sentimos ninguneadas, tristes y enfadadas por el trato recibido», aseguran, a la vez que añaden que «a día de hoy» siguen si recibir «ninguna disculpa ni información por parte del Ayuntamiento por el escenario no montado y el concierto no celebrado, por el mal trato y la mala gestión del día 16 de agosto, por la crónica del concierto no celebrado, por los conciertos mal anunciados y por la falta de interés» sobre cómo se sienten.
«Exigimos que se valore nuestro trabajo como el de cualquier otro. La ilusión que teníamos y el trabajo previo a este concierto se ha visto empañada por una falta de previsión y responsabilidad que de ninguna manera se nos puede achacar a nosotras», manifiestan.
Las artistas creen que, «por desgracia, publicar estas palabras pueden tener consecuencias». «Pero llevamos tres días sintiéndonos muy mal y sin recibir ningún tipo de disculpa. Sentimos que es necesario explicar todo esto por nuestro bienestar y respeto al público, por cuidarnos entre todos como dice el lema de Aste Nagusia de este año, ‘Errespetu nagusia'», concluyen.