

El frontón Bizkaia vivió el sábado una jornada cargada de emoción. Mikel Urrutikoetxea, uno de los grandes referentes de la pelota en los últimos años, disputó el que fue su último partido como profesional. Con su retirada, Bizkaia despide a uno de sus pelotaris más brillantes y queridos, un deportista que ha marcado época.
El de Zaratamo se ha ganado un lugar privilegiado en la historia al entrar en ese reducido grupo de elegidos que han conquistado las tres grandes txapelas: la del Manomanista, la del Campeonato de Parejas y la del Cuatro y Medio. Un logro al alcance de muy pocos y que refleja la enorme calidad, la constancia y la polivalencia al lograr el Parejas como zaguero de Olaizola. Sin olvidar que sus txapelas fueron ante los grandes dominadores: Aimar Olaizola y Juán Martínez de Irujo. Con su retirada, Jokin Altuna queda como único pelotari en activo con las 3 grandes en su haber.
Agur emotivo
La despedida no fue solo un adiós deportivo. Fue también un reconocimiento colectivo a una trayectoria impecable que comenzó hace 16 años en Arrigorriaga y alcanzó su cénit en las grandes finales que todo aficionado guarda en la memoria. La afición, consciente de la dimensión del momento, respondió con una ovación cerrada en un Bizkaia entregado, que reconoció la entrega y la pasión de un pelotari que ha sabido representar con dignidad los valores de la pelota con un comportamiento siempre ejemplar.
Con su adiós, Mikel Urrutikoetxea pasa a la historia como uno de los grandes de la pelota y deja el testigo a los dos únicos representantes bizkaitarras en activo en el campo profesional: Aimar Morgaetxebarria y Aitor Elordi.