
El Athletic llegaba a la cuarta jornada con el firme propósito de hacer historia con su mejor arranque de liga. Pero lejos de batir ese récord, cayeron contra un Alavés que sin demasiados alardes consiguió asaltar La Catedral. Un solitario gol en propia puerta de Berenguer, tras un centro de Denis Suárez que tocó en su bota, dio el triunfo a los babazorros. Poco fútbol, contadas ocasiones y un gris regreso de Laporte al finalizar el partido. La grada de animación le brindó una enérgica ovación, pero no estaban los ánimos para celebraciones cuando el central volvió a pisar el césped de San Mamés acompañado de su familia y arropado por sus compañeros.
En cuanto a las alineaciones, el ‘Txingurri’ Valverde, que tuvo que ver el partido desde la grada al cumplir el primero de sus cuatro partidos de sanción, optó por un once muy reconocible. En el centro del campo, Ruiz de Galarreta recuperado formó dupla con Jauregizar, mientras que Berenguer fue quien ocupó el extremo izquierdo por la baja de Nico Williams. Arriba, Guruzeta disfrutó de su primera titularidad de la temporada por delante de Maroan Sannadi. En el Alavés, Coudet sorprendió con Mariano en el once como principal novedad.
Pobre primer tiempo
La primera mitad no pasará a la historia por su calidad, ni mucho menos. Paupérrimos primeros 45 minutos por parte de ambos equipos. Muchas imprecisiones, poco ritmo y nulo peligro. Los leones jugaron a pocas revoluciones y el Alavés se encontró cómodo en esa velocidad. Apenas varios acercamientos del Athletic con llegadas de Yuri por banda izquierda y con una buena jugada de pizarra que Iñaki puso en el área pequeña desde el segundo palo. La propia ‘Pantera‘ protagonizaría uno de los pocos disparos de la primera parte, desde la frontal. Sivera apenas tuvo que intervenir, al igual que Unai Simón, espectador de lujo.
Fin a la racha
En la segunda parte no mejoró la tónica de encuentro. Los tres cambios de Coudet al descanso dieron más movilidad al ataque visitante y Toni Martinez obligó a Unai Simón a hacer una gran parada con un disparo lejano. Otro de los incorporados, Denis Suarez, sería protagonista en el gol albiazul con un centro que tocó en la bota de Berenguer haciendo una parábola imposible para Simón y colándose por el segundo palo en la portería. Tocaba remar a contracorriente y buscar la remontada. Pero no era el día. A los leones les costaba un mundo generar. Y cuando por fin había opción de remate, no hubo acierto. Iñaki tuvo dos remates de cabeza, uno desviado y otro detenido por Sivera. Berenguer también lo intentó con una magnífica acción individual. La fortuna de otras tantas noches no apareció esta tarde. Los cambios tampoco aportaron lo esperado y el Alavés celebró el triunfo en su partido 650 en la liga.