

La imagen de esta semana muestra una panorámica luminosa de Deba, uniendo el azul intenso del cielo y del mar con el verde de las colinas que rodean la villa guipuzcoana. En primer plano, el espigón de rocas rompeolas se adentra en el agua, mientras al fondo se distinguen la playa y las primeras casas de tejados rojizos que conforman el corazón costero del municipio.
Detrás del núcleo urbano, las laderas cubiertas de bosques y praderas dan paso a construcciones modernas que se integran en el paisaje. La claridad del día resalta los contrastes de colores y transmite una sensación de calma y vitalidad, reflejo de un pueblo que vive entre el mar Cantábrico y las montañas vascas.