La Policía Municipal de Bilbao ha abierto una investigación sobre un joven del barrio de San Adrián acusado de fabricar y vender bastones-estoque a través de las redes sociales, concretamente en la plataforma TikTok. Estos bastones, que ocultan en su interior una hoja afilada, son considerados armas prohibidas por el Reglamento de Armas, lo que ha motivado la intervención de las autoridades en coordinación con la Ertzaintza. Los envíos se realizaban tanto a diferentes puntos de España como a países como Portugal y Francia.
La fabricación y venta de bastones-estoque
El caso se originó a raíz de la viralización de un vídeo publicado en julio en TikTok, donde el joven mostraba un bastón negro y dorado con empuñadura en forma de cabeza de cobra, que en su interior escondía un punzón y un estoque desmontable. En el vídeo, el acusado mencionaba que el bastón había sido fabricado por un familiar. Tras esta publicación, los agentes comenzaron a investigar varios perfiles de la red social donde se ofrecían productos similares.
Identificación del autor y su red de distribución
La investigación reveló que el joven, de 33 años y con antecedentes policiales, utilizaba TikTok no solo para mostrar el proceso de fabricación de las cachavas, sino también para contactar de forma privada con los compradores. Los objetos eran enviados a distintos puntos de España y al extranjero, en transacciones que se realizaban a precios que oscilaban entre los 100 y 200 euros. Más de 60 personas habrían adquirido los bastones-estoque a través de estos perfiles.
Peligrosidad del bastón-estoque y consecuencias penales
El bastón-estoque es un arma de alta peligrosidad que disimula su naturaleza bajo la apariencia de un objeto cotidiano. Debido a su capacidad de ocultación y su hoja afilada, se convierte en un peligro potencial en manos inadecuadas. La fabricación, tenencia y venta de estas armas podría derivar en un delito con penas de hasta 3 años de prisión. La reiteración de este tipo de actividades y su difusión a través de redes sociales incrementa la gravedad del caso, que podría acarrear cargos por delitos contra la seguridad colectiva.