El barco humanitario Aita Mari ha partido este jueves desde el puerto de Sagunto (Valencia) para llevar a cabo su Misión 17, que será la última de este año 2025.
A través de un comunicado, la tripulación ha destacado que, aunque en invierno las rutas migratorias son menos transitadas, continúan siendo letales. Los migrantes arriesgan aún más sus vidas en el intento de llegar a Europa. La ONG Salvamento Marítimo Humanitario ha denunciado la creciente impunidad de los países terceros en el trato hacia las personas migrantes. Destacando especialmente tras el nuevo pacto migratorio de la Unión Europea.
El Aita Mari se dirige hacia una de las rutas más peligrosas del mundo. Además, lo hace en un contexto cada vez más hostil para las ONGs que operan en el Mediterráneo. Según la tripulación, decretos como el Piantedosi en Italia y el nuevo marco europeo están buscando obstaculizar su trabajo y silenciar las denuncias sobre la violencia ejercida en el mar. A pesar de estos obstáculos, la misión del barco continúa con el lema: «Porque cada vida importa».
