El consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d’Anjou, ha subrayado que, en el contexto actual, «una base industrial sólida» ya no es suficiente para Euskadi. Ha reclamado un «salto cualitativo» que se base en la colaboración público-privada. En su intervención en el Foro Ekonomistak, d’Anjou destacó la importancia de «instrumentos financieros ágiles y flexibles» que faciliten el acceso a crédito en «condiciones competitivas», con el objetivo de apoyar inversiones transformadoras.
Euskadi afronta retos comunes, pero cuenta con una base industrial sólida
Durante su intervención, el consejero destacó que, aunque Euskadi comparte con el resto de Europa desafíos como la transición energética, la digitalización y la autoprotección estratégica, la región cuenta con una base industrial sólida que debe ser transformada para mantener y mejorar su competitividad. Este proceso de transformación, según d’Anjou, debe contar con la colaboración activa entre el sector público y el privado, movilizando recursos y atrayendo talento.
Instituciones y entidades financieras se unen para transformar el tejido productivo
D’Anjou mencionó ejemplos clave de este enfoque colaborativo, como el Instituto Vasco de Finanzas (IVF), que actúa como herramienta pública esencial para acompañar a las empresas en procesos de consolidación, internacionalización e innovación. Además, destacó la Alianza Financiera Vasca y el Plan de Inversiones Transformacionales «Euskadi Eraldatuz 2030«, los cuales ofrecen a las empresas herramientas para impulsar la digitalización, la descarbonización y el desarrollo del capital humano.
Estrategia pública para movilizar inversión privada
La estrategia pública diseñada por el Gobierno Vasco está orientada a movilizar inversión privada en una proporción de aproximadamente 1:3, siguiendo las mejores prácticas internacionales. El objetivo es, según d’Anjou, «complementar la iniciativa privada», actuando como catalizador de proyectos estratégicos en favor del interés general y fortaleciendo la economía vasca para posicionar a Euskadi como referente en la nueva reindustrialización europea: más limpia, más inteligente y más resiliente.
La necesidad de compartir el reto y asumir responsabilidades
D’Anjou insistió en que el reto de fortalecer la economía vasca no puede abordarse únicamente desde la acción pública. «Se necesita una visión de país que requiere responsabilidad, ambición y un compromiso sostenido en el tiempo», afirmó, destacando que la colaboración entre instituciones, entidades financieras, empresas y agentes sociales es clave para consolidar un modelo productivo más innovador, sostenible y vinculado al territorio.
Transformación para el futuro: colaboración público-privada
Finalmente, el consejero de Hacienda y Finanzas señaló que el actual ciclo económico exige «instrumentos financieros más ágiles y creativos» que permitan a las empresas realizar inversiones en digitalización, tecnología y descarbonización, áreas en las que la competencia global es cada vez mayor. «La colaboración público-privada es el mecanismo que permite convertir estas capacidades en ventajas competitivas y estratégicas para liderar la nueva reindustrialización europea», concluyó.
