Kylian Mbappé es el mejor futbolista de LaLiga y uno de los mejores del mundo sin ningún género de dudas. Sus datos y calidad le avalan como tal y además es capaz de darle continuidad en todos los partidos y competiciones. Eso es algo indiscutible, sin embargo, perdió la oportunidad de salir ovacionado de San Mamés tal y como lo han hecho otros grandes cracks mundiales.
San Mamés entiende de fútbol y no le duelen prendas cuando tiene que aplaudir y reconocer a los rivales. De la Catedral han salido ovacionados jugadores como Messi, Ronaldinho, Xavi, Raúl, Joaquín, Laudrup, Valerón, Giggs, Rooney o Pedri entre otros.
Lío con Adama Boiro
Mbappé bien pudo salir entre aplausos de la afición rojiblanca porque en Bilbao siempre han sabido reconocer a los grandes jugadores fuera cual fuera el resultado. El caso es que no sucedió por su culpa. El delantero francés tuvo un mal comportamiento al intentar trolear a un colega de profesión como Adama Boiro.
Gil Manzano pitó para que sacara un falta desde unos metros atrás y el galo, a pesar de escucharlo, por intentar perder tiempo o por chulería, siguió la jugada y le tiró un caño a Adama, quién se revolvió sin arrugarse ante Mbappé para frenar esos aires de grandeza. Una anécdota que puede marcar su relación con la grada del estadio rojiblanco tal y como pasó con Iniesta cuando exageró una entrada de Fernando Amorebieta.
Ya se que no le va a quitar el sueño al jugador del Real Madrid, pero el señorío de San Mamés no perdona ese tipo de acciones en la que se podía haber llevado una amarilla o incluso la segunda si el colegiado hubiera amonestado al francés por un piscinazo previo sin gorro en el área zurigorri. No creo que le hayan metido en la lista negra definitivamente, pero le vigilarán de cerca en próximas visitas para ver si acaba pareciéndose a Vinicius.
