El frío ha llegado y con este motivo esta mañana hemos contactado con la Dra. Naiara Fernández, médica geriatra y directora Asistencial del grupo sociosanitario IMQ Igurco, paratratar de prevenir una de sus más temidas consecuencias: las neumonías. Como explican desde el IMQ, «no por sabido, deja de ser peligroso. La neumonía afecta en cada temporada a tres de cada cien personas mayores de 65 años. Esto, en Euskadi, con una población de 65 y más años que supera las 500.000 personas, da una previsión de casos de más de 15.000 afectados.»
Según advierte la dra. Fernández, «en los adultos de más de 65 años, los casos de neumonía se dan con más frecuencia debido a que tienen una menor reserva respiratoria y una capacidad inmunológica disminuida. Aunque vivimos en un momento de avances tecnológicos y de innovación en los tratamientos médicos, la neumonía en personas mayores sigue siendo una afección muy grave que puede tener consecuencias peligrosas».
Infección respiratoria aguda
La neumonía es una forma de infección respiratoria aguda que suele estar causada por virus o bacterias. Puede provocar una enfermedad leve o potencialmente mortal en personas de todas las edades. Los pulmones están formados por pequeños sacos llamados alvéolos, que se llenan de aire cuando una persona sana respira. Cuando una persona tiene neumonía, los alvéolos se llenan de pus y líquido, lo que hace que respirar sea doloroso y limita la ingesta de oxígeno.
Estas infecciones generalmente se transmiten por contacto directo con personas infectadas. El germen infeccioso que provoca que se inflame el tejido pulmonar puede llegar por distintas vías: respiratoria, a través de la faringe y por vía sanguínea. El neumococo es la bacteria más común que produce neumonía y puede alterar las funciones de las estructuras respiratorias como el intercambio gaseoso.
Características de las personas mayores
La neumonía en personas mayores puede agravarse, debido a diferentes causas. Según desgrana la Dra. Naiara Fernández, «en las personas mayores, la elasticidad pulmonar y la fuerza en los músculos respiratorios se ve disminuida con la edad, por lo que se produce una mayor atrapamiento de aire. Además, la segregación de las mucosas es menor, por lo que la eliminación de partículas por esta vía es mucho más difícil. Y, añadido a lo anterior, conviene recordar que el sistema inmunitario de las personas mayores es menos resistente, por lo que su capacidad de defensa frente a la infección mengua».
Prevención
La prevención en el ámbito de la salud «es fundamental», más todavía cuando se trata de personas de avanzada edad, un sector de la población «mucho más vulnerable». En el caso de la neumonía en personas mayores, es conveniente observar una serie de medidas preventivas, ya que esta enfermedad es contagiosa.
«En primer lugar, es necesario recordar la recomendación de vacunación contra la gripe y contra la neumonía. La neumonía puede desencadenarse por un proceso gripal; por ello, es altamente recomendable ponerse la vacuna contra la gripe. En la actualidad existe una vacuna contra los neumococos que reduce el riesgo de desarrollar la enfermedad», explica la geriatra y directora Asistencial de IMQ Igurco.
La práctica de buenos hábitos de higiene es otra de las medidas preventivas a tener en cuenta. «Lavarse las manos con frecuencia, desechar correctamente los pañuelos después de sonarse la nariz y mantener una correcta higiene bucal, ayudan a evitar la propagación de este tipo de enfermedades infecciosas, ya que la neumonía está relacionada con la respiración y, por tanto, puede originarse en la boca».
Tabaco y alcohol
Por último, la experta hace hincapié en evitar el tabaco y el alcohol. «El tabaquismo daña la capacidad de los pulmones para defenderse contra las infecciones y el alcohol reduce las funciones del sistema inmunológico».
Síntomas de la neumonía en personas mayores
Aunque no todos los pacientes que sufren esta enfermedad tienen los mismos síntomas, existe un cuadro común de dolencias de la neumonía en personas mayores, que incluye o puede incluir fiebre alta, dolor en el tórax, tos fuerte que puede llevar pus, e incluso sangre, escalofríos y malestar general. Otros síntomas frecuentes son la cefalea, los dolores musculares y la gastroenteritis.El primer paso frente a los síntomas de neumonía en personas mayores consiste en «acudir lo antes posible a un médico, que emitirá el diagnóstico y encontrará el tratamiento óptimo para el paciente, valorando cada caso de manera individualizada».En general, el tratamiento más común para la neumonía en personas mayores es la terapia antibiótica. En ocasiones, se toman otras medidas adicionales como oxigenoterapia o sueroterapia si presentan deshidratación, entre otras.
En los pacientes más graves se realiza un ingreso hospitalario. «Normalmente, los tratamientos de neumonía en personas mayores se realizan en un hospital, ya que suelen presentar más complicaciones y es la mejor forma de realizar un seguimiento exhaustivo del estado del paciente».
En caso de hospitalizaciones prolongadas, es posible que la persona mayor presente gran debilidad en el momento del alta e, incluso, dificultad para retomar algunas de las actividades que hacía anteriormente. «En estos casos, algunas personas optan por estancias breves en unidades de recuperación funcional, para recobrar el nivel máximo de autonomía posible y regresar al hogar», concluye la directora Asistencial de IMQ Igurco.
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