Agua hidroge…¿nada? Hoy desde Logos Elkartea nos explican los mitos y realidades sobre el agua hidrogenada. En los últimos años, el agua hidrogenada ha ganado popularidad gracias a supuestos beneficios para la salud, especialmente por su potencial antioxidante y antiinflamatorio. Sin embargo, la comunidad científica sigue sin encontrar evidencia concluyente sobre sus efectos. En el espacio de divulgación científica Logos Elkartea, emitido en Radio Popular – Herri Irratia, el ambientólogo y doctor en ciencia y tecnología de materiales Arkaitz Fidalgo ha analizado las propiedades de este producto.
¿Qué es el agua hidrogenada?
El agua hidrogenada es agua común a la que se le ha añadido hidrogeno molecular disuelto, un gas incoloro e inodoro. Se comercializa en tres formatos principales: embotellada, en pastillas efervescentes y mediante dispositivos de electrólisis que pueden instalarse en el hogar. Estos últimos pueden llegar a costar hasta 2.000 euros, dependiendo de sus accesorios.
Según ha explicado Arkaitz Fidalgo, el hidrogeno es un gas poco soluble en agua, lo que limita su absorción a través del sistema digestivo. Además, el proceso de electrólisis también genera oxígeno, un gas de carácter oxidante, lo que podría contradecir el supuesto efecto antioxidante del agua hidrogenada.
Promesas y realidad
Los defensores del agua hidrogenada afirman que puede neutralizar radicales libres, reducir los efectos del envejecimiento, mejorar la calidad del sueño y hasta tener efectos positivos en enfermedades neurológicas y metabólicas. Incluso hay estudios preliminares que sugieren que podría ser beneficiosa para mitigar los efectos de la radioterapia o mejorar la función hepática y renal.
Sin embargo, la mayoría de estos estudios son limitados, con muestras pequeñas y sin un consenso científico claro. A día de hoy, no hay pruebas concluyentes de que el agua hidrogenada tenga un impacto significativo en la salud humana.
Un mercado en auge
A pesar de la falta de evidencia sólida, el mercado del agua hidrogenada sigue creciendo. Se promociona especialmente entre deportistas, quienes supuestamente podrían beneficiarse de una mayor energía, recuperación muscular y prevención de lesiones. Incluso hay quienes afirman que beber litro y medio de agua hidrogenada equivale al consumo de cientos de frutas y verduras en antioxidantes, una comparación que Arkaitz Fidalgo ha calificado de poco realista.
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