En Ollargan, en Arrigorriaga, el Instituto Construcción Bizkaia se ha consolidado como el único centro del territorio que ofrece formación reglada en albañilería y construcción, en un momento en el que las empresas llaman a la puerta del aula en búsqueda de alumnado. Y así desmienten la vieja creencia de que el albañil se forma a pie de obra desde que es un aprendiz: «Aquí se imparte una titulación oficial y salen muy bien preparados. Pero es verdad que a los albañiles no les piden titulación cuando van a trabajar».
Mucho tajo, poca mano de obra
La responsable del Departamento de Edificación y Obra Civil, Andere Payo, ha explicado que la demanda de profesionales de la construcción en Bizkaia se ha disparado mientras el número de estudiantes se ha mantenido limitado. “Últimamente hay mucha demanda de alumnado, sobre todo de albañilería, y no abastecemos a toda la demanda que hay por parte de las empresas constructoras”, ha señalado.
El centro ofrece ciclos de grado medio y superior vinculados a la construcción. Gracias a la Formación Profesional dual, el alumnado combina el taller con la empresa. En primero realizan estancias de 16 días en obra y, en segundo curso, participan en periodos de prácticas de más de tres meses, con opciones de dual intensiva en colaboración directa con las constructoras.
“No hay relevo generacional”
En el taller de albañilería, el profesor Javier Quintana ha resumido la situación con crudeza: hoy el albañil se ha convertido en un “oscuro objeto de deseo” porque “no hay relevo generacional”. Según ha recordado, la crisis de 2008 se ha llevado por delante buena parte de la mano de obra especializada y muchas personas “no han querido volver al barro”.
Quintana ha advertido que, con tan poca mano de obra, un buen profesional puede negociar salarios muy por encima de la media juvenil, aunque también ha señalado las sombras del sector: “Es un sector pirata. Igual dicen que son muchos salarios altos, pero a la hora de la verdad vamos a la baja”.
Aun así, ha remarcado que se puede vivir dignamente de la albañilería, con condiciones laborales que han mejorado respecto al pasado, con más jornadas continuas y menos turnos de tarde. Un modelo que ha resultado especialmente atractivo para jóvenes que han buscado compaginar trabajo y vida personal.
Alicatadoras en Bizkaia: más mujeres en la obra interior

El instituto también ha roto estereotipos de género. En el taller de obra de interior, hemos encontrado a varias chicas alicatando cocinas y baños de práctica, mezclando cemento y colocando azulejos con precisión. La alumna Yi ha reconocido que “es raro” ver tantas mujeres en este ámbito, pero ha subrayado que cada vez más chicas han elegido estos estudios.
Muchas de ellas han llegado al ciclo atraídas por la decoración y el diseño de interiores, y han entendido que el camino pasa por aprender primero el oficio “desde abajo”. “La mayoría vamos a hacer esto y luego un grado superior o un curso para dedicarnos al diseño de interiores”, ha explicado Yi.
Motivaciones personales y futuro laboral asegurado
Entre el alumnado de albañilería general, Ibai ha asegurado que ha elegido el ciclo porque quería aprender el oficio que ya ha conocido en casa, con un padre albañil. Más allá de los salarios, ha valorado la posibilidad de continuar la formación con un grado superior y aspirar en un futuro a puestos de mayor responsabilidad, como la jefatura de obra.
En el instituto, los talleres simulan espacios reales: cocinas, baños y tabiques han servido para practicar el alicatado, el levantamiento de muros y otras técnicas. Y es que un buen alicatador, capaz de trabajar con piezas complicadas como el azulejo rectificado y dejar una pared “como un espejo”, se ha convertido en un profesional muy cotizado.
La combinación de formación reglada en el centro y la práctica intensiva en empresas durante la FP dual ha permitido que quienes han pasado por el Instituto de Construcción Bizkaia se hayan incorporado al mercado laboral con una base sólida, reduciendo los errores habituales del aprendizaje únicamente “a pie de obra”.
Formarse para la construcción en Bizkaia: requisitos y cómo acceder
Andere Payo ha recordado que, a diferencia de otros oficios como peluquería, para trabajar de albañil no se exige una titulación formal, lo que ha alimentado durante años la idea de que “el albañil solo se ha formado con un oficial en la obra”. Sin embargo, el instituto ha demostrado que existe un camino reglado para quien ha querido profesionalizarse.
Para acceder a los ciclos de grado medio de construcción se requiere como mínimo el título de ESO. La prematrícula se realiza habitualmente en mayo y resulta clave para asegurarse plaza, ya que la demanda puede superar la oferta. La matrícula definitiva se sormaliza en julio.
El centro está ubicado en Ollargan, barrio perteneciente a Arrigorriaga pero muy próximo a La Peña, en Bilbao. Las personas interesadas se pueden inscribir a través de la plataforma Ikasgunea o de manera presencial en el propio Instituto de Construcción de Bizkaia, donde cada curso salen nuevos profesionales para un sector que reclama cada vez más manos cualificadas.
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