La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha insistido en que «la descarbonización pasa por la seguridad jurídica y que los inversores que tengan que asumir las actuaciones en energía renovable y eficiencia energética puedan realizarlas. La meta es 2050, queda mucho tiempo y muchas inversiones por realizar»,
Asimismo ha señalado que “el objetivo es llegar a 2050 con emisiones netas 0 y esto no sólo compete a los gobiernos, sino a la industria y también a la sociedad en general. Las actuaciones debemos llevarlas a nivel muy local porque somos los que impactamos en el 80% de las emisiones. Desde Euskadi llevamos a la COP26 ese compromiso, constituyendo un Súper Clúster Industrial que se compromete a ello”.
“Los recursos que vienen de Europa sirven para catalizar, para acelerar esa transición, pero la gran inversión es privada y deben ser proyectos transformadores. En este momento los proyectos de Euskadi lo son”.
Factura energética
Tapia ha recordado que «la factura energética tiene que sufrir una modificación estructural y de largo plazo» y, además, «todas las empresas, sean grandes o pequeñas, tienen que acostumbrarse a un modo de compra más largo y más estable» para no tener que «ir al mercado diario».
La consejera ha advertido de que «la subida de los precios de la energía se van imputando a toda una cadena, de manera que llega al IPC y «sube el precio de cualquier producto».
Arantxa Tapia ha apuntado que los precios de la energía, junto a los de la logística y la escasez de algunas materias primas y componentes, están afectando a las empresas vascas porque provocan un aumento de costes que en muchos casos no es posible imputar al producto final, lo que hace que los márgenes sean cada vez menores y se lastra la competitividad.
Aunque ha afirmado que quiere creer que no «se llegue a ese límite» de provocar cierre de compañías, ha remarcado que sí hay que ser conscientes de que la factura energética ha ido «subiendo de manera exponencial desde este verano», sobre todo, para empresas que no tienen contratos de largo plazo. No obstante ha confiado en que la actual situación no se prolongue por un periodo excesivamente largo y que, con otros tipo de incentivos o ayudas (como se pusieron durante el covid), podamos darle la vuelta y en mayo o junio esté terminado y podamos garantizar que nuestras empresas puedan seguir produciendo».
Frentes abiertos
Aunque están todos los frentes abiertos en la actual coyuntura económica, Tapia ha afirmado que no es pesimista porque se trata de un problema de carácter mundial, no que afecte a Euskadi exclusivamente por falta de competitividad. Según ha indicado, la recuperación más intensa de lo pensado está produciendo una cierta situación de tensión, pero la oferta y demanda acabarán casando.
De este modo, ha confiado en que pasaremos unos meses con un poco más de incertidumbre, con un crecimiento algo menor, pero la industria vasca podrá superar este envite y salir al mercado de forma adecuada.
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