La patronal vasca, Confebask, ha presentado sus previsiones económicas para el futuro próximo, estimando que el Producto Interior Bruto de Euskadi crecerá un 2,1% durante el año 2026. Esta cifra supone una continuidad respecto al ejercicio actual, aunque la organización empresarial advierte de una ligera desaceleración en el ritmo de creación de puestos de trabajo. A pesar de ello, se espera sumar 10.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social, lo que permitiría mantener las cifras de ocupación en niveles máximos históricos.
Riesgos e incertidumbre global
La presidenta de la patronal, Tamara Yagüe, ha explicado en su comparecencia que estas proyecciones están necesariamente condicionadas por el inestable contexto global. El crecimiento final de la economía vasca podría oscilar en una horquilla entre el 1,7% y el 2,6%, dependiendo de cómo evolucionen diversos factores externos. Entre los riesgos citados destacan las políticas comerciales de los grandes bloques económicos, la incertidumbre política en Europa y la evolución de los conflictos bélicos, variables que impactan directamente en la energía, la inflación y los tipos de interés.
Un mercado laboral en cifras europeas
En el análisis pormenorizado, se espera que la industria continúe siendo el sector menos dinámico, aunque mostrará signos de mejora, mientras que la inversión podría moderarse ligeramente respecto a años anteriores. El dato más esperanzador recae sobre el mercado de trabajo, donde la tasa de paro rondará el 6,0%. Según ha subrayado Yagüe, alcanzar esa cifra supondría situarse por fin en una tasa de desempleo homologable a los estándares europeos, consolidando un nuevo récord de empleo a pesar de que el ritmo de contratación baje de los 13.000 actuales a los 10.000 previstos.
La preocupación por el absentismo
Más allá de las grandes cifras macroeconómicas, las empresas vascas han trasladado sus inquietudes operativas para el futuro inmediato. El absentismo se ha convertido en el factor de preocupación que más crece dentro del tejido empresarial, escalando posiciones frente a otros retos. Junto a esta problemática, persisten las dificultades estructurales para encontrar personal cualificado adecuado a las necesidades del mercado y el impacto que supone el incremento continuado de los costes laborales para la competitividad.
Balance positivo de 2025
Respecto al balance del año que está a punto de terminar, Confebask calcula que 2025 se cerrará con un aumento del PIB del 2,2%. Este dato mejora las estimaciones que se hicieron hace un año gracias a un comportamiento del consumo y la inversión mejor de lo esperado. El ejercicio finalizará con 13.000 afiliados más y un descenso del paro de 1.500 personas registradas en Lanbide, demostrando la capacidad de la economía vasca para seguir generando riqueza pese a la notable desaceleración que ha sufrido el sector industrial en los últimos meses.
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