Michael White dedica su vida al estudio e investigación de la música criolla que originó, en su New Orleans natal, las bases del jazz primigenio. Liderando su banda, colaborando con las grandes estrellas, o impartiendo clases en la universidad, difunde el alma de una ciudad en la que el jazz es religión. Cada actuación, acompañado de su clarinete, es un viaje a los orígenes del jazz.