Cultura
Desde su juventud, Edward Kennedy Ellington, fue apodado como el “Duque”. Siempre elegante, de cuidadas maneras sociales y musicales, se ganó el sobrenombre que mantuvo acertadamente durante toda su carrera. El liderazgo de su piano dirigiendo grandes orquestas, y en sus composiciones, le llevaron hasta la cima, siendo el favorito de las audiencias y las reseñas críticas. La participación en su banda de grandes figuras le hicieron imprescindible en los carteles de los prestigiosos clubes y grandes festivales.