El Gobierno vasco, a través de la Agencia Vasca del Agua (URA), ha anunciado a los promotores del Museo Guggenheim de Urdaibai la dificultad que plantea su proyecto. Una dificultad que va ligada a la escasez de agua en la zona de Busturialdea.
La URA quiere asegurar el abastecimiento de agua para los posibles visitantes, que rondarán las 140.000 personas al año. Esta situación ha provocado que las autoridades vayan a fletar un barco capaz de trasportar 2 millones de litros de agua potable al día para surtir a la población de Urdaibai. La situación de los acuíferos y los caudales de los ríos y arroyos centra buena parte del documento que la consejería de Medio Ambiente ha dictado y que establece las directrices que los estudios ambientales deberán seguir para decidir si se puede construir o no.
Acceso a la comarca por el túnel del Sollube
El proyecto ha ido cobrando más importancia en las últimas semanas. Al arranque de la burocracia en los despachos se ha sumado una clara declaración política de intenciones por parte del diputado general. En el día de San Ignacio, Unai Rementeria anunció una inversión a corto plazo de 40 millones de euros para impulsar su desarrollo y acometer las primeras obras. Además, mostró su disposición a rescatar el plan para construir un nuevo acceso a la comarca por el túnel del Sollube. Y, finalmente, desveló que el Gobierno central también «se comprometerá» con el museo «a través de los fondos europeos».
Hoy hemos salido a la calle para saber si los bilbaínos conocen el proyecto y qué opinan sobre la localización del mismo.
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