El poder de la autoaceptación

Una reflexión sobre la importancia de aceptar nuestro cuerpo, promoviendo la compasión y la neutralidad corporal

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El poder de la autoaceptación

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La presión estética es un tema que afecta, en mayor medida, a las mujeres. A lo largo de los años, la sociedad ha impuesto estándares de belleza que muchas veces no coinciden con la realidad de la mayoría de las personas. Durante épocas festivas, como las navidades, esta presión puede intensificarse debido a las reuniones sociales, las fotos familiares y los eventos donde la apariencia se vuelve un tema central. Sin embargo, es fundamental entender que la autoaceptación corporal no es solo un concepto abstracto, sino una necesidad para vivir una vida plena y saludable.

¿Por qué seguimos criticándonos?

Una de las preguntas que la psicóloga Iratxe López plantea es fundamental: ¿Cuántos años llevamos hablándonos mal? Desde muy jóvenes, muchas personas comienzan a juzgar su cuerpo, buscando lo que falta, lo que sobra, lo que debe ser «mejorado». Pero, ¿ha funcionado alguna vez esta actitud? En la mayoría de los casos, la respuesta es no. En lugar de sentirnos mejor, la crítica constante sobre nuestro cuerpo solo nos lleva a aumentar nuestra inseguridad.

Es una fantasía pensar que al ser más duras con nosotras mismas vamos a conseguir el cuerpo «perfecto» que nos hará sentir mejor. Lo cierto es que este enfoque solo perpetúa una relación destructiva con nosotros mismos. La verdadera transformación solo es posible cuando dejamos de castigarnos y comenzamos a tratarnos con compasión.

El poder de la compasión

La autoaceptación no implica resignación ni conformismo. Aceptar nuestro cuerpo no significa rendirse ante lo que es, sino dejar de pelear contra él. Solo cuando dejamos de rechazarlo podemos comenzar a cuidarlo de manera más saludable y equilibrada. De hecho, los cambios duraderos suelen llegar cuando abandonamos la autocrítica y comenzamos a valorar lo que somos tal como somos.

La psicóloga también destaca que la relación que tenemos con nuestro cuerpo cambia según cómo nos sintamos emocionalmente en un determinado momento. Cuando estamos cansados, estresados o emocionalmente saturados, la percepción que tenemos de nuestro cuerpo se distorsiona. El espejo no muestra la realidad, sino nuestra visión subjetiva. Por eso, es común mirarse en el espejo un día y sentir que no nos gusta lo que vemos, para al día siguiente, sin haber cambiado nada en nuestro físico, vernos mejor. Esta fluctuación es un recordatorio de que nuestras emociones influyen en nuestra percepción corporal.

La neutralidad corporal: un enfoque liberador

Un concepto liberador propuesto por Iratxe López es la neutralidad corporal o Body Neutrality. Esta idea invita a las personas a liberarse de la presión de tener que amar incondicionalmente su cuerpo. En lugar de centrarse en su apariencia, la neutralidad corporal nos anima a valorar la funcionalidad del cuerpo: lo que puede hacer por nosotros a diario, como caminar, respirar, abrazar o sostenernos.

En vez de obsesionarnos con cómo se ve nuestro cuerpo, la neutralidad corporal nos invita a enfocarnos en lo que nos permite hacer, lo cual es mucho más estable y realista. Al adoptar este enfoque, dejamos de lado la presión estética y comenzamos a reconocer que nuestro valor no depende de cumplir con ideales de belleza inalcanzables.

Hacia una relación más sana con nuestro cuerpo

Cambiar la narrativa interna sobre nuestro cuerpo es un paso crucial para mejorar nuestra salud mental y emocional. Al dejar de luchar contra nosotros mismos y abrazar la aceptación, no solo mejoramos nuestra percepción corporal, sino que también iniciamos un camino hacia un bienestar más profundo. Este cambio de enfoque no solo se traduce en una mayor confianza, sino en una relación más saludable con nuestro cuerpo, que permite vivir el día a día con mayor paz y satisfacción.

En definitiva, la autoaceptación corporal no es un acto de conformismo, sino de cuidado y respeto hacia uno mismo. Al centrarnos en la funcionalidad y dejar de lado los juicios externos e internos, podemos disfrutar de una vida más plena y libre de la presión estética que tantas veces nos limita.

Si alguna de estas ideas resuena contigo, te invitamos a reflexionar sobre tu propia relación con tu cuerpo y a dar el primer paso hacia la autoaceptación. Recuerda, el cambio verdadero solo llega cuando dejamos de castigarnos y comenzamos a cuidarnos desde el amor y la compasión.

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