Eugenio Oneguin de Tchaikovsky

Margarita Lorenzo de Reizabal

Podcast Bilbao

Eugenio Oneguin de Tchaikovsky

Banner de Kurago en Bilbao

Chaikovski usó los versos originales de la novela de Pushkin y eligió escenas que implicaban el mundo emocional y la fortuna de los héroes, llamando a la ópera «escenas líricas.» La ópera es episódica; no hay una historia continuada, sólo momentos seleccionados de la vida de Oneguin. Puesto que la historia original era bien conocida, Chaikovski sabía que su público podría fácilmente completar los detalles omitidos. Un tratamiento similar se encuentra en La bohème de Puccini. El compositor había acabado la ópera para el mes de enero de 1878, en menos de un año.

Dos años después se estrenaría en el Teatro Bolshói de Moscú, el 23 de enero (11 de enero, antiguo estilo) de 1881 con el director Enrico Bevignani. La primera representación fuera de Rusia tuvo lugar el 6 de diciembre de 1888 en Praga dirigida por el propio Chaikovski. Se cantó en checo y traducido por Marie Červinková-Riegrová. La primera representación en Hamburgo, el 19 de enero de 1892, fue dirigida por Gustav Mahler, en presencia del compositor. Chaikovski fue aplaudido después de cada escena y tuvo que salir a saludar al final. Atribuyó este éxito a Mahler, a quien describió como «no del tipo normal, sino simplemente un genio ardiendo con un deseo de dirigir»

Según Joan Matabosch, en unas notas al programa de esta ópera, no tiene nada de sorprendente que tanto Pushkin como Chaikovski se sintieran identificados, al menos en parte, con la personalidad de Oneguin.
Chaikovski era casi igual de antisocial, de angustiado, de hipocondriaco nervioso, horrorizado por la posibilidad de que saliera a la luz el secreto de su homosexualidad. Tampoco Pushkin era un ruso que encajara en el canon, mezcla del hombre de mundo que es Oneguin y del idealista que es Lenski. Aparte de que Pushkin, al relatar el duelo de Oneguin y Lenski
en la nieve, describió unos pocos años antes lo que sería su propia muerte, asesinado como Lenski por un asunto de celos en un duelo calcado al de la novela. Solo que Chaikovski no solo se sentía identificado con Oneguin, sino también con Tatiana y con Lenski, sus dos «víctimas», antes de convertirse Oneguin —como explica Christof Loy— «en víctima de sí mismo». De hecho, Chaikovski jamás abre las puertas a que podamospercibirlos desde una perspectiva irónica o sarcástica. Sentía auténtica piedad por todos los personajes de la obra, podía ponerse en su lugar,y por eso los dibujó con el afecto y la humanidad de quien entendíaperfectamente sus contradictorias emociones. La ópera no juzga a los personajes, sino que los reúne bajo una mirada llena de ternura para describir la sociedad en la que habitan.


Si te gusta La Traviata, suscríbete en nuestros canales de podcast:

Y sigue a Radio Popular en las redes sociales:

  • Sigue todas las noticias de Bilbao y Bizkaia en nuestro Facebook
  • Conoce la radio desde dentro en nuestro Instagram
  • Los titulares y los bacalaos del Athletic al minuto en X
  • Revive los mejores bacalaos en YouTube
  • Recibe las actualizaciones de nuestra programación y nuestras noticias en nuestro canal de Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *