Euskadi
Un estudio reciente de la Universidad del País Vasco (UPV) ha arrojado un dato inquietante: las aguas residuales en Euskadi contienen niveles de anfetamina hasta 90 veces superiores a la media estatal. Esta cifra sitúa a la comunidad en el primer puesto en consumo de esta droga sintética en el Estado, equiparándose a los niveles detectados para sustancias como la cocaína.
El análisis se ha llevado a cabo en el marco de un estudio de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, con el objetivo de conocer qué sustancias psicoactivas se consumen y en qué cantidad en diferentes puntos del Estado.
¿Qué es la anfetamina y cuáles son sus efectos?
Para profundizar en el impacto de este hallazgo, el programa EgunOn Magazine ha contactado con la doctora Mónica de Lorenzo, psiquiatra de la Unidad de Hospitalización del IMQ AMSA, quien ha explicado las propiedades y peligros de esta sustancia.
«La anfetamina es una droga sintética que actúa como estimulante del sistema nervioso central. Su consumo genera una sensación de euforia, bienestar y aumento de la energía, pero también tiene efectos negativos como taquicardias, aumento de la temperatura corporal, insomnio, irritabilidad y un alto riesgo de adicción«, ha señalado la doctora.
Además, ha advertido sobre su potencial para inducir brotes psicóticos, incluso en personas que la consumen de manera esporádica: «Es una sustancia con un altísimo riesgo de adicción y efectos neurotóxicos irreversibles en algunos casos».
Consumo recreativo y adicción
La psiquiatra ha explicado que la anfetamina suele consumirse en entornos recreativos, sobre todo en formato de pastillas o en polvo esnifado, y su efecto estimulante puede durar hasta 10 horas. Sin embargo, su rápida tolerancia hace que quienes la consumen necesiten cada vez dosis mayores para obtener el mismo efecto, lo que favorece la adicción.
«Uno de los mayores riesgos es la transición del consumo de fin de semana a un consumo diario. El cuerpo desarrolla tolerancia rápidamente, lo que lleva a un círculo vicioso de consumo y bajón, haciendo que la persona busque más dosis para evitar los efectos negativos de la abstinencia», ha alertado.
¿Uso médico o droga recreativa?
La especialista ha aclarado que existen fármacos con propiedades estimulantes utilizados en el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), pero que estos no son anfetaminas puras: «Utilizamos sustancias como el metilfenidato, que, aunque tiene un efecto estimulante, no es una anfetamina y no tiene el mismo potencial adictivo«.
De esta manera, ha descartado la posibilidad de que los restos hallados en las aguas residuales provengan de fármacos recetados para este tipo de tratamientos: «El estudio habla específicamente de anfetamina, lo que sugiere que se trata de consumo recreativo y no de residuos de medicamentos».
Un fenómeno en aumento
El estudio refleja una tendencia preocupante en el consumo de drogas sintéticas en Euskadi. La doctora ha subrayado la importancia de concienciar sobre los peligros de la anfetamina, especialmente entre los jóvenes: «Es una de las drogas con mayor potencial adictivo, y su consumo desde edades tempranas puede provocar secuelas cognitivas permanentes».
El informe de la UPV no solo revela el consumo de anfetamina, sino que forma parte de un análisis más amplio que incluye otras sustancias como la cocaína, el MDMA y el cannabis, con datos que permiten conocer mejor la realidad del consumo de drogas en Euskadi y su evolución en el tiempo.
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