En el espacio Farmacia de Guardia del programa EgunOn Bizkaia, María José Díaz, directora del Centro de Información del Medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia, ha explicado que el mal uso de los medicamentos es más habitual de lo que a veces se piensa y que los errores pueden reducir la eficacia de los tratamientos o incluso provocar efectos adversos.
Dudas con la pauta
La farmacéutica ha descrito una escena frecuente: al llegar a casa con la “cajita”, aparecen preguntas sobre la dosis y la frecuencia. Ha puesto ejemplos como la confusión entre mililitros, gotas o tomas al día, o la diferencia entre “tres veces al día” y “cada ocho horas”. Ante estas situaciones, María José Díaz ha insistido en aclarar cualquier duda en la farmacia y consultar al profesional antes de empezar a tomar el medicamento. Ha subrayado que “tomar un medicamento mal” no solo es equivocarse con la dosis.
Combinar medicamentos
Durante la conversación, ha advertido de otros fallos que también pueden generar problemas: combinar medicamentos sin darse cuenta de que se ha estado tomando lo mismo con nombres diferentes, provocando una duplicidad de tratamiento. También ha mencionado el caso de los antibióticos: ha señalado que algunas personas los dejan antes de lo pautado al encontrarse mejor, pese a tener indicado un número concreto de días. Según ha explicado, este tipo de errores puede llevar al fracaso del tratamiento o a un problema añadido.
Medicación y alcohol
En plena época de celebraciones, María José Díaz ha recordado que las mezclas de medicamentos con alcohol no son recomendables. Ha señalado que el alcohol debe evitarse si se ha estado tomando medicación, porque la combinación puede potenciar el efecto del alcohol o el de fármacos con efectos centrales y causar consecuencias graves.
Jarabes
Uno de los avisos principales de la entrevista se ha centrado en los jarabes. La farmacéutica ha contado que se recibe una notificación sobre errores de dosificación y ha pedido especial cautela. Ha explicado que un jarabe es un medicamento y que no vale tomarlo “a modo de chupito”. Ha recomendado utilizar siempre el dosificador que acompaña al producto, ya sea una cuchara tabulada o una jeringa. Además, ha advertido de que no es buena idea usar jeringas distintas con distintos jarabes, porque el marcaje no siempre es equivalente.
