


El voluntario Pablo Rivero, coordinador de Ayuda a la Iglesia Necesitada en la zona norte, ha relatado la situación de persecución que sufren los cristianos en distintos países africanos y latinoamericanos.
El Sahel, nuevo escenario del terror
Rivero ha explicado que “todos esos ejércitos radicales que antes operaban en Asia o en Oriente Medio se han desplazado ahora al Sahel”. La expansión de grupos terroristas en esta franja africana está reproduciendo la violencia que ya se vivió en Siria o Irak.
“África es el continente del futuro inmediato”, pero también el escenario de intereses económicos brutales”, ha señalado. Entre los recursos más codiciados menciona el coltán del Congo, el gas y el petróleo de Nigeria o el oro de Burkina Faso.
Según Rivero, las grandes potencias están actuando movidas por intereses estratégicos: “Estamos ante una neocolonización que aprovecha gobiernos muy débiles para explotar recursos naturales y personas”.
Impunidad y gobiernos frágiles
El cooperante ha lamentado que en países como Nigeria “nunca se detiene a nadie” pese a las matanzas, lo que genera una sensación de impunidad absoluta. “Los gobiernos son musulmanes, pero no radicales; simplemente se muestran neutrales ante la violencia, quizá porque no tienen la fuerza para detenerla”, ha explicado.
También ha destacado el caso de Burkina Faso, donde el silencio informativo es total. “Desde hace meses no pasa nada… porque todo se silencia”, ha dicho un contacto local al que Rivero ha citado durante la entrevista.
La persecución se extiende a América Latina
El responsable de Ayuda a la Iglesia Necesitada ha subrayado que el acoso a los cristianos no se limita a África. En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega mantiene una férrea represión sobre la Iglesia. “Hay policías secretas en las misas dominicales para controlar lo que dice el sacerdote. Si se sale del guión, esa noche lo detienen”, ha denunciado Rivero.
También ha mencionado el caso de México, donde “la Iglesia se está enfrentando al crimen organizado, y por eso están asesinando a sacerdotes”. Según ha explicado, los líderes religiosos se convierten en el principal objetivo porque “si eliminas al líder, el rebaño se dispersa”.
Informar, orar y ayudar
Rivero ha recordado que Ayuda a la Iglesia Necesitada no es una ONG, sino una fundación pontificia que se sostiene exclusivamente con donativos particulares. “Nuestra labor tiene tres ejes: informar, orar y ofrecer ayuda material”, ha resumido.
Entre sus proyectos destaca la financiación de templos, escuelas, hospitales o emisoras de radio en zonas rurales y perseguidas. En lugares como la Amazonía, ha dicho, “el sacerdote solo puede visitar algunas aldeas una vez al año, y la radio es la única forma de mantener la fe viva”.
Pablo Rivero ha anunciado además que el próximo 21 de octubre presentarán el Informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2025, un documento que recoge la situación actual de los cristianos perseguidos en más de 130 países.