La directora del Centro de Información del Medicamento del Colegio de Farmacia de Bizkaia, María José Díaz, ha explicado que una reacción adversa es “una respuesta inesperada, generalmente perjudicial, que aparece al tomar un medicamento, incluso cuando se utiliza correctamente”. Ha recordado que los fármacos no son caramelos y que todos conllevan riesgos asociados, aun cuando han demostrado que sus beneficios son superiores a los posibles efectos negativos.
Las reacciones más frecuentes y por qué aparecen
Según Díaz, las reacciones adversas más habituales suelen ser leves y están relacionadas con el sistema digestivo: malestar gástrico, diarrea, náuseas o estreñimiento. Sin embargo, ha subrayado que existen reacciones poco frecuentes o raras, que solo se detectan cuando el medicamento ya se comercializa y lo usa una gran parte de la población. En casos muy excepcionales, estas reacciones pueden llevar incluso a la retirada del medicamento.
La importancia de observar y comunicar
María José Díaz ha insistido en que cualquier persona debe observar qué ocurre tras tomar un fármaco y comunicar cualquier síntoma inesperado en la farmacia o al médico, según la gravedad. Además, ha recordado que en Euskadi existe un sistema de farmacovigilancia que permite notificar estas reacciones, lo que ayuda a mejorar la investigación y la seguridad de los medicamentos.
Leer el prospecto y consultar dudas
La farmacéutica ha señalado que los prospectos han mejorado, aunque siguen resultando complejos para muchas personas. Por ello, recomienda leer al menos la indicación principal y resolver siempre las dudas con profesionales sanitarios. Díaz ha advertido de que nunca debe modificarse un tratamiento por iniciativa propia, y que cualquier cambio debe pasar por una valoración profesional.
