«Verificar una información no debería ser un acto de rebeldía», ha afirmado el autor anónimo de la cuenta @estoyavisando, invitado en el programa EgunON Magazine, donde ha presentado su libro La gran conspiración: cómo las redes sociales controlan tu vida.
Una radiografía del ecosistema conspiranoico
El autor, conocido por recopilar teorías negacionistas y virales desde la cuenta «Negacionistas Out of Context», ha ofrecido una mirada crítica al funcionamiento de las redes sociales. Ha explicado que incluso quienes no usan internet forman parte del mecanismo global del mercado de la atención. «Hay que entender tres conceptos fundamentales: el mercado de la atención, el diseño de las redes y nuestras vulnerabilidades psico-humanas».
La madriguera del conejo y el efecto Kruger
«Estos discursos empiezan siendo paródicos y acaban en el inconsciente colectivo», ha advertido. Ha explicado cómo la confianza en los bulos se alimenta del sesgo de confirmación y del efecto Kruger, por el cual quienes menos saben creen saber más. El uso de términos como «borregos» o «pura sangre» genera una sensación de superioridad moral en los grupos conspiranoicos.
El negocio de la desinformación
Ha afirmado que detrás de los bulos «hay negocio y hay estrategia». Desde el sensacionalismo hasta la captura de clics, la desinformación se ha convertido en un producto rentable. «Las redes tienen el poder de modificar la realidad de forma casi imperceptible», ha asegurado.
Cuando el bulo llega al grupo de WhatsApp familiar
Durante la conversación, ha puesto como ejemplo cómo bulos como el del «gran reemplazo» o el del «grafeno en los pechos» evolucionan hasta generar reacciones sociales graves. «Cuando el bulo llega al grupo de tu familia ya es muy difícil desmontarlo. Intentar rebatirlo puede incluso reforzar las creencias de quien lo comparte», ha explicado, mencionando el «sesgo del coche hundido».
Anonimato por seguridad
El autor ha confesado que recibe amenazas casi a diario y por ello mantiene su anonimato. «No tengo ganas de tonterías», ha afirmado. No obstante, ha insistido en que su objetivo es pedagógico: «Internet no es una herramienta de comunicación. Una herramienta no te llama ni te roba la atención».
Contra los bulos: alfabetización y valor civil
Ha insistido en la necesidad de mayor alfabetización digital para detectar desinformaciones que se viralizan fácilmente. También ha animado a responder con valentía cuando se recibe un bulo: «No debería ser un acto de rebeldía decir que algo no es verdad, aunque te lo diga tu primo o el panadero».
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