

En este episodio hablamos con Lourdes Landa, enfermera de DYA Bizkaia, sobre el funcionamiento de las ambulancias, la coordinación en situaciones de emergencia y el papel humano que hay detrás de cada intervención.
No todas las ambulancias son iguales: conoce los diferentes tipos
Una de las primeras aclaraciones que hace Lourdes es que no existe una sola “ambulancia tipo”, sino que hay varios niveles de atención según la gravedad de la situación:
- Ambulancias de Soporte Vital Básico (SVB):
Operadas por técnicos en emergencias sanitarias. Se utilizan en la mayoría de avisos y están equipadas para asistencia inicial y traslado. - Ambulancias de Soporte Vital Avanzado (SVA):
Pueden contar con personal de enfermería o médico. Incluyen equipamiento más complejo como respiradores, monitores desfibriladores, bombas de medicación o electrocardiogramas.
“Las ambulancias avanzadas permiten estabilizar a un paciente en el lugar del suceso antes del traslado, algo clave en emergencias graves”, explica Lourdes.
Qué hay dentro de una ambulancia
Todas las ambulancias cuentan con camilla, asientos para el personal, armarios con material sanitario y aparatos de intervención. Dependiendo del tipo, la dotación técnica varía significativamente.
Mientras que en muchos casos la atención se resuelve in situ, en otros es necesario coordinar con el centro coordinador, que evalúa la gravedad junto al equipo y decide el traslado al centro de salud u hospital más adecuado.
Coordinación en un accidente
Cuando ocurre un accidente, la primera ambulancia que llega valora la situación y solicita refuerzos si es necesario. El centro coordinador puede activar:
- Otra ambulancia básica.
- Una UVI móvil (ambulancia avanzada con médico).
- Policía, si hace falta señalización o apoyo logístico.
Este mismo protocolo se aplica también a avisos domiciliarios, como caídas o urgencias médicas en el hogar, donde el equipo realiza una primera valoración y decide la actuación más adecuada.
Ambulancias en eventos: adaptación a cada escenario
DYA Bizkaia también cubre eventos deportivos y sociales, adaptando el tipo de ambulancia según el riesgo. Por ejemplo:
- Carreras ciclistas en carretera → soporte básico.
- Pruebas de montaña → soporte avanzado por mayor riesgo.Regatas o actividades acuáticas → apoyo sanitario + soporte acuático.
- La capacidad de adaptación es clave para garantizar una respuesta eficaz y segura en cualquier entorno.
Qué información dar si necesitamos una ambulancia
En caso de emergencia, Lourdes recuerda que lo primero es llamar al 112, donde el operador realizará preguntas para determinar la gravedad:
¿La persona está consciente?, ¿Respira? ¿Qué ha ocurrido exactamente?
Las respuestas permiten asignar el tipo de ambulancia adecuada y activar el protocolo correcto.
Quién ayuda al que ayuda
Aunque suene rutinario, cada intervención deja huella. Lourdes reconoce que los equipos actúan de forma automática durante la emergencia, pero el impacto llega después:
“En el momento actúas. Pero cuando todo termina y baja la adrenalina, es cuando la cabeza te succiona por detrás.”
Los casos más duros son los fallecimientos, especialmente cuando involucran a niños. Aun así, el lado positivo también existe: la gratitud de pacientes y familiares, la sensación de equipo y la satisfacción de haber ayudado.