Te contamos las guarras anécdotas de personas que se han encontrado en su camino con un "regalito" canino

El Ayuntamiento de Bilbao inicia una campaña de concienciación para que se recojan los excrementos caninos

Podcast Sociedad

Un reportaje ‘de mierda’: «Muchas cacas no son de perro, son humanas»

Un ciudadano responsable recoge los excrementos de su perro / Depositphotos

Bilbao aboga por mantener la ciudad libre de excrementos caninos. Una cuestión para la que la colaboración ciudadana es esencial. Es por ello que el Ayuntamiento acaba de editar un Infobilbao especial con el que quiere sensibilizar a la ciudadanía sobre los efectos negativos de este tipo de residuos. Porque más del 10 % de la ciudadanía bilbaína  convive con un perro en su casa. Aunque la gran mayoría de las dueñas y los dueños está concienciada sobre la importancia de la limpieza en los espacios públicos y cumplen con sus responsabilidades, hay una minoría que no muestra la misma sensibilidad. En el folleto, además de apelar al civismo y responsabilidad de las y los dueños de mascotas, se dan ejemplos de buenas prácticas. Por ejemplo, llevar una botella con agua y vinagre para reducir el efecto corrosivo de los orines de los perros. 

Anécdotas perrunas

Hemos salido a la calle para sondear los problemas que las cacas de perro puedan ocasionar a los transeúntes. Desde resbalones con lesiones incluidas, hasta el sufrido oficio de jardinero que termina llevando a su casa la ropa laboral llena de caca. Las dueñas de perros a las que hemos entrevistado se sienten frustradas porque pagan justos por pecadores. Hay gente incívica que no recoge las cacas de sus perros y ello provoca un rechazo a todos los propietarios de perros. Además, denuncian que muchas de las cacas que se encuentran en los parques son, en realidad, humanas.

Problemas sanitarios

Según el Departamento de Sanidad del Ayuntamiento de Bilbao, los excrementos de perro pueden transmitir enfermedades parasitarias producidas por quistes, huevos o larvas. Estos parásitos pueden llegar a nuestro organismo por ingestión debido a la manipulación de calzado u otros objetos que estuvieran en contacto con excrementos. El Ayuntamiento de Bilbao también advierte que es obligatorio que el perro porte el chip. Facilita encontrar al animal en caso de robo o extravío y evita multas de hasta 300 euros. Además, en las vías públicas el perro debe ir siempre sujeto con una correa de 2 metros de longitud máxima. Y existen 13 zonas de esparcimiento canino repartidas por todo el municipio que puedes consultar en este enlace.


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