Hay zonas en nuestros barrios ocultas tras las calles más transitadas. Suelen ser patios interiores. La mayor parte de las veces, son de propiedad privada y las instituciones no suelen intervenir cuando se plantean problemas, incluso tratándose de insalubridad. Es lo que ocurre en el barrio de Uribarri. Entre el número 44 de la calle Uribarri y los números 5 y 7 de la calle Esnarrizaga hay una finca convertida en una auténtica selva. Sólo se siega la hierba una vez al año. Además, un enorme árbol de aguacates, un laurel y una palmera podrida dan cobijo a una población estable de ratas que no tienen ningún problema incluso en meterse en las viviendas. Y tampoco se esconden ante la presencia de humanos en la zona
Ratas en la cocina y en la ducha
Hemos hablado con Marian, Pili y Paquita. Marian es actualmente la administradora de la comunidad. Y nos ha contado un episodio con las ratas: «Una vecina se encontró con una rata metida en la ducha. Y como tenía cerrada la mampara, la rata estaba encerrada y no podía salir. Se llevó un susto de muerte». Pero paquita tiene un problema aún peor. La ventana de su cocina es un bajo a ras del patio. Y las ratas entran con facilidad, a pesar de la verja y la malla que ha colocado en la ventana: «No sé cómo consiguen entrar. Hace 3 meses me encontré a una en mitad de la cocina».
Los peligros del árbol del aguacate
En este patio ha crecido con gran éxito un árbol del aguacate o Persea americana. Lo plantó un vecino ya fallecido hace más de 20 años. Y se ha convertido en un enorme árbol cuyas raíces están empezando a causar problemas a las viviendas de la zona: «Sus raíces son enormes y una pared de mi cocina ha comenzado a abombarse«, dice Paquita. Además, «los aguacates se caen del árbol ya podridos y todo se llena de mosquitos». A ello hay que añadir que las hojas de los árboles de este patio (el laurel y la Persea americana) embozan los desagües y el agua de lluvia queda retenida. Y también se estropean las cañerías.
Reivindicación vecinal
Los vecinos de esta zona de Uribarri han denunciado la situación al Ayuntamiento de Bilbao en repetidas ocasiones sin resultado: «En el Ayuntamiento nos dicen que no nos pueden facilitar la identidad del propietario de este patio por la Ley de Protección de Datos. Pero ellos tampoco hacen nada por solucionar este problema. Y la situación va a ir a peor, porque es necesario talar el árbol de aguacates antes de que sus raíces afecten a la estructura de las viviendas».
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