Bizkaia

"Aumentan las cifras de personas que piden asilo por motivos de persecución al tiempo que aumentan las cifras de denegación" Patricia Bárcena, Directora de CEAR Euskadi

La directora de CEAR Euskadi, Patricia Bárcena, señala que le compromiso que existe en la protección de estas personas es ínfimo en España.
Refiriéndonos a las cifras en Euskadi, un total de 4.826 personas solicitaron asilo en la Comunidad Autónoma Vasca en 2019, lo que supone triplicar la cifra de solicitudes de 2018, que ascendieron a 1.595, según el balance de año publicado por el Ministerio de Interior en relación a las solicitudes de protección internacional presentadas en 2019, recogido por CEAR-Euskadi.
Del total de solicitudes presentadas en la Comunidad Autónoma Vasca durante el pasado año, 3.395 personas solicitaron asilo durante este periodo en Bizkaia, 891 en Álava y 540 en Gipuzkoa.
En cuanto a la evolución del número de las solicitudes de asilo en Euskadi en los últimos cinco años, en 2015 se recibieron 163 solicitudes, en 2016 fueron 500 las personas que demandaron asilo en el País Vasco, 2017 fueron 970 personas, y en 2018 la cifra de solicitudes fue de 1.595 personas, hasta llegar a las 4.826 de 2019.
Del total de las peticiones de asilo presentadas en 2019, CEAR-Euskadi acompañó casi la mitad (2.328) y las principales nacionalidades solicitantes fueron Venezuela, Nicaragua, Colombia, Honduras y Georgia por ese orden, una radiografía muy similar a la de las principales nacionalidades que solicitaron asilo en el conjunto del Estado.
Según ha explicado la directora de CEAR-Euskadi, Patricia Bárcena, «la externalización de fronteras llevada a cabo por los estados europeos con terceros países (como Marruecos o Libia) para controlar que las personas no lleguen y la política de visados del Estado Español, están determinando el perfil de los solicitantes de asilo».
Bárcena ha indicado que la mayoría de las personas que llegan en estos momentos provienen de Latinoamérica y están entrando por aeropuerto. No obstante, ha señalado que «se dificulta la entrada a otras nacionalidades que viven un conflicto de larga duración como es el caso de Siria, Yemen o Palestina, condenándolas a recurrir a rutas cada vez más peligrosas».
Además, ha recordado que en CEAR-Euskadi el perfil mayoritario de las personas que atienden corresponde a «personas jóvenes entre 18 y 35 años, prácticamente la mitad son mujeres y la otra mitad son hombres y en muchos casos huyen de situaciones de crisis humanitaria, como es el caso de Venezuela, o como consecuencia de la persecución del crimen organizado: maras, pandillas, narco, etc».