Ramón Cisterna, es Catedrático en Microbiología clínica y, actualmente, jefe médico de la DYA, ha indicado que desde diciembre de 2019 se conoce la existencia de una nueva enfermedad que afecta sobre todo al tracto respiratorio y que según demostraron semanas después está producida por un nuevo virus, un nuevo Coronavirus al que ahora se le denomina SARS-Cov-2, dejando entrever la cercanía con su predecesor el virus del SARS que apareció entre 2002 y 2003 y que tuvo una limitada proyección a nivel mundial con unos 8.000 afectados en todo el mundo y una tasa de mortalidad del 10% aproximadamente.
Realmente pocas investigaciones en materia de salud internacional han tenido el impacto que la investigación de este agente causal, no solamente por la rapidez e inmediatez ya que al poco tiempo de su aparición se comunico su existencia (por cierto comunicada a través de un tweet) sino por la intensidad de las mismas.
Eso ha permitido conocer en profundidad la estructura, el material genético, su composición, etc. algo que va a permitir otros avances relacionados con la búsqueda del fármaco capaz de eliminarlo así como las de vacunas que sean capaces de lograr la prevención de esta enfermedad.
Por lo tanto, se puede afirmar que disponemos de mucha información de calidad sobre cómo es este nuevo virus, pero poca de cómo funciona: los aspectos epidemiológicos de esta infección están todavía en una fase de descubrimiento y de estudio a través de la vigilancia, ya que queda todavía mucho por conocer en este sentido
