(Imagen de Youtube de reto viral en Ortuella)
El Rompecráneos, La caza del pijo, Vacuum challenge, La ballena azul y más recientemente, el empujón que casi le cuesta la vida a principios de mes a una joven en Ortuella… Estos y otros peligrosos retos virales han conseguido que muchísimos adolescentes pongan en peligro sus vidas o las de sus amigos sin sopesar las graves consecuencias que podrían tener. Tal y como explica la Universitat Oberta de Catalunya, «es una realidad que ha llegado a cobrarse muertes. ¿Qué es lo que puede resultar atractivo de grabar en un vídeo cómo ponen la zancadilla a un amigo, golpean a chavales que viven en barrios de clase alta, se envasan a sí mismos al vacío con un aspirador o se autolesionan en distintas pruebas, como demandaba el reto de La ballena azul? Los expertos sí ven una explicación: compartir retos les hace sentirse conectados entre ellos durante su transición al mundo adulto, una transición que, en realidad, no es más que un duelo.»
Así lo explica Enric Soler, tutor del grado de Psicología de la UOC, quien recuerda que adolescencia viene del latín adolescere, es decir, ‘el que crece’, ‘el que adolece’. «Se trata del duelo por la pérdida del cuerpo y los privilegios infantiles y de la integración en el mundo de los adultos», afirma el experto en duelo de alta complejidad, quien recuerda que, además, mientras transitan por el duelo de la adolescencia, «se encuentran muy solos. Ni los niños ni los adultos les entienden. El ciclo de vida natural es dirigirse al mundo adulto, al que retan constantemente, pero mientras dura esta transición solo pueden satisfacer sus necesidades gregarias compartiendo retos, sintiéndose integrados en su mundo, el de los adolescentes», asegura.