La Organización No Gubernamental jesuita de cooperación internacional en Euskadi y Navarra ha cumplido un cuarto de siglo. Se presenta como una entidad que trabaja junto a otras personas y organizaciones con la aspiración de «transformar las estructuras generadoras de exclusión a nivel local y global y a promover nuevas relaciones sociales y económicas». Refiriéndose a sus orígenes destacan que quisieron «tender puentes entre mundos en aquel momento lejanos y desconectados» y se encontraron con la globalización, con el cuidado de la casa común y la sostenibilidad social y medioambiental y «enseguida también, con las personas migrantes y refugiadas y la dignidad de sus causas justas». Junto a estas líneas reproducimos el vídeo que realizó Alboan con motivo de su 20 aniversario.
En el aniversario de su fundación, la ONG quiere poner el acento en «un único mundo y un único horizonte de humanización y solidaridad«. Destacan dese Alboan que desde el comienzo, quisieron poner en diálogo todos los aprendizajes con su espiritualidad ignaciana «que viene de nuestra tradición jesuita«.
Junto a Haití
El pasado 14 de agosto Haití sufrió un terremoto de magnitud 7.2 que afectó, sobre todo, al sudoeste del país. El epicentro se situó cerca de la ciudad de Petit Trou de Nippes, a 150 kilómetros de la capital Puerto Príncipe, y ha causado pérdidas de vidas humanas además de graves daños materiales.
Hasta el momento se han contabilizado 1.941 personas fallecidas, 9.900 heridas y se estima que 60.759 viviendas han quedado destruidas, además de escuelas, centros de salud, centros penitenciarios, iglesias y carreteras han sufrido graves daños o han sido directamente reducidos a escombros.El Primer Ministro ha declarado el Estado de Emergencia.
Las organizaciones aliadas haitianas, Fe y Alegría y Servicio Jesuita a Migrantes, han creado un Comité de Emergencia para la gestión de la respuesta. Desde Alboan y Entreculturas, en el marco de la Red Xavier, están evaluando la situación para poder atender a la población, especialmente a la más vulnerable, como son los niños, niñas o comunidad refugiada, centrando la respuesta en dos etapas:
1. Respuesta de emergencia: distribución de ropa, alimentos, enseres y productos de higiene para atender las necesidades básicas más inmediatas de la población
2. Reconstrucción: una etapa a largo plazo centrada en la reconstrucción de las viviendas, centros educativos, etc.