Llegó el día. Más de 5 años después, Iñaki Williams, superó el récord de partidos jugados de La Liga. El marco era perfecto: en San Mamés y con victoria en el primer derbi vasco del curso. Los «títulos» individuales valen de poco si el colectivo no funciona, por eso, la victoria fue el envoltorio perfecto para tal efeméride. Los más escépticos torcían el gesto en la grada cuando el Club ofreció ese pequeño homenaje a la «pantera» antes de arrancar el partido. Más que merecido, pero muchos tienen la teoría de que los festejos previos suelen dar paso a derrota o empate. No fue el caso.
Para que nos hagamos una idea de lo que supone superar este ranking, lo mejor es que lo pongamos en perspectiva. Iñaki arrancó este largo camino un miércoles 20 de abril de 2016 en casa ante el Atlético de Madrid. El entonces entrenador, Ernesto Valverde, le sacó en la segunda parte, y desde entonces ha participado en todos los encuentro de la competición doméstica. En aquel 2016, para situarnos, Pedro Sanchez, el ahora presidente, dimitió como Secretario General del PSOE y Rajoy fue investido presidente. Fíjense si ha llovido.
Clave del éxito
Alcanzar esa cifra es un cúmulo de muchos factores. Perseverancia, trabajo, apoyo de los entrenadores y suerte para no lesionarse y/o ser expulsado. Williams ha contado siempre con la confianza de todos los preparadores. Valverde, Ziganda, Berizzo, Garitano y Marcelino. Cuando leo o escucho mensajes cargando contra Iñaki, más allá de la crítica deportiva razonable de cada encuentro, me acuerdo de todos ellos. Es un jugador con unas cualidades innatas que no te da nadie más en el equipo.
No podemos esconder que la delantera del Athletic no tiene Messis, Cristianos o Lewandowskis vascos y así es un poco más fácil hacerse un hueco 203 veces consecutivamente, pero no restemos un ápice de valor a lo logrado. Hablamos de un récord que data de hace 30 años. Casi nada. Puede que cómo él mismo dice, el secreto esté en los cuidados que recibe en Lezama y en su «genética por ser negro y vasco».
Victoria balsámica
Después de 2 puntos de 9 posibles, el triunfo frente al Deportivo Alavés era una obligación antes del largo parón. Con el mismo equipo que en el Wanda y en Mestalla, Marcelino dejó claro que no era momento para experimentos. El entrenador de Careñes, ha repetido ya 4 veces el mismo equipo en tan solo 8 jornadas, algo inaudito en los últimos años.
El partido lo decidió Raúl García con un cabezazo a servicio de Lekue, que vive su mejor momento en el Athletic. El «22» rojiblanco se desquitó del penalti fallado. A sus 35 años sigue la senda de bacaladeros como Iraragorri, Gainza, Urzaiz y Aduriz que también marcaron con esa edad como nos recordaba «Adurizpedia». El ex colchonero dejó en sala de prensa algunas perlitas que denotaban su malestar ante algunas críticas recibidas. Parece que le empiezan a salir mejor las cosas. Sancet disfrutó de minutos en la segunda parte y su presencia será importante después del parón. De hecho, él era el titular hasta su lesión en Vigo.
Iker Muniain mostró una versión muy mejorada de sí mismo, y parece que se acerca al gran líder que debe ser dentro del campo. Y no quiero olvidarme de Dani García, uno de los que más palos suele recibir, y que cuajó una gran actuación frente al conjunto babazorro. A ese nivel no hay duda de que debe ser titular siempre. a todos nos quedó bien claro que Vencedor y Zárraga no liderarán juntos el centro del campo con Marcelino en el banquillo. Al menos, por ahora.